* Sentada ahí, protegida por tus gafillas , mirándome como si fuera un marciano me recuerdas a alguien.
* ¿Alguna estrella de cine?
* No. A mi madre. Bueno también a mi abuela. Quizá podamos añadir un par de novias, alguna compañera de trabajo y a una taquillera de la estación cuando le pedí una entrada para el concierto de Cohen...
* Vale. ¿Conclusión?
* Si que debo ser marciano.
No hubo sonrisa.
Pausa.
Larga.
* ¿Sabes porque se extinguieron los unicornios?
* No. ¿Debo creer que un marciano si?
* Xacto. Fue cuando el arca de Noe. Uno de los dos unicornios se acercó al otro y le dijo "Hola me llamo Hugo y estamos aquí para preservar nuestra especie" y el otro contesto "Hola, me llamo Bruno".
Y si, la sonrisa apareció.