.

.

jueves, 31 de octubre de 2019

saber acumular



Hope. Suena Lucinda Williams. Ellas en la zona de sofás, una leyendo sentada en la alfombra, la otra retozando en el de color verde. La retozona pregunta:

* ¿El mejor momento de tu día?
* Esta mañana, recién despierta, sin vestir, tomando el café con él.
* ¿Al final te lo llevaste a casa?
* Ya sabes, el primer instinto suele ser el acertado.
* ¿Y si te equivocas?
* Me equivoco cuando por miedo no hago lo que me apetece.
* A veces creo que te conformas con poco.
* ¿Poco? Yo diría mucho. Siempre me rindo a saborear los momentos.
…y los momentos -ya deberías saberlo- son los que cargan la vida.



miércoles, 30 de octubre de 2019

la risa se aguanta hasta que no se aguanta



Salí de un Hope bastante vacío un poco eufórico por las ¿dos? copas de un excelente riesling alemán. Bueno, quizá a partir de la cuarta deje de contar. Casi puedo asegurar que había dos imágenes de esas que parecen que enseñan, pero no. La una por esa manía de censurar, la otra por la habilidad en el uso del sombrero.

Nunca voy en bus si puedo elegir. No por los olores (que también), no por los apretones (que también), es que no me gusta nada esperar.
Hoy he tenido que ir en bus. Las ¿cinco? copas aconsejaban no conducir.

Y las orejas se me llenaron de palabras.

Sentados delante mío dos críos en la primera adolescencia. El del pelo cortado como si lo hubiera hecho su peor enemigo preguntaba: "En Kenia, en la cabalgata de reyes ¿pintan a dos de blanco?”  (aguante sin reírme)

A mi derecha una joven compartía confidencias con su amiga; "Si esta bien, pero es tan cumplido. Lo conozco desde pequeño y de niño saludaba a cada vuelta del tiovivo." (sonrisa).

En la siguiente parada subieron dos jóvenes con chupas de cuero, se colocaron lo suficientemente cerca mío para escucharlos; "Si te gusta el sexo anal, ¿eres meticuloso?". 

Conseguí no reírme. Después de todo de pequeño me compré las famosas gafas que según su publicidad eran de rayos X y permitían ver a las tías desnudas. 
En mi descargo diré que solo me compre cuatro. 
La primera para ver si funcionaban, las otras tres para saber si me las habían vendido estropeadas.

...Y entonces entró. La mujer mayor con bastón y un peinado que parecía un nido de cigüeñas. Miro a todo el mundo que permanecía sentado. Nadie parecía dispuesto a cederle asiento. En voz muy alta dijo: "¡No hay vergüenza!".
"Lo que no hay es sitio" le soltó el muchacho del pelo imposible.
Aquí fue donde no pude aguantar la risa.

Es evidente que tengo que subir más en el autobús.


martes, 29 de octubre de 2019

de dos en dos


Entré en el Hope para tomarme un café antes de ir a la estación para un viajecito de placer a una hermosa ciudad.
En las paredes de dos en dos.
En la mesa redonda estaban Pito, Guille, Liu-Liu y Lucy. 
Había muchas risas. Me acerqué.

El juego consistía en que uno decía dos palabras y el siguiente tenía que formar una frase con ellas.

Pito: coraje y creatividad.
Lucy: La creatividad requiere el coraje de abandonar ciertas certezas. 
Poder, historia
Guille: Tu tienes el poder de decir: así no es como acabará mi historia. 
Corazón, idea.
Liu-Liu: No tienes ni idea de lo rápido que late mi corazón cuando estás cerca. 
Razón, decisiones.
Pito: Todo ocurre por alguna razón, pero muchas veces la razón es que tu eres estúpido y tomas malas decisiones.

Carcajada general. 

Pito me miró. ¿Juegas?
Dudé un segundo. Después de todo había más trenes y la ciudad no se movería de sitio.
Me senté.
Pito: Mañana, rugido.

Yo...



lunes, 28 de octubre de 2019

promesa a cumplir



La pude oír aunque se lo dijo bajito, sin acritud. Pero con la fiereza de la seguridad.
Se lo dijo, se quitó los zapatos y se fue paseando descalza.

Me quedé apoyada en la pared, con la mano en el corazón, mirándola avanzar con su vestido azul.

Le dijo: "Se voz, no eco".

Y no pude menos que prometerme que yo intentaría conseguirlo.



domingo, 27 de octubre de 2019

ratos impagables


Yo leía noticias de Chile. Ellos estaban debajo del cuadro de la chica con globo. 

A él lo veía de espaldas, a ella de frente, parecía que brillaba. Hablaba tranquilamente, con la relajación a flor de piel, con medias sonrisas.

* Lo que más me extrañó de tu casa es que no tienes espejos.
* ¿Qué conclusión sacas?
* Que reconoces las causas perdidas en cuanto las ves.

No pude menos que sonreír.

* ¿Sabes? no cambias tu vida hasta que cambias lo que haces cada día. El secreto de tener éxito se encuentra en el quehacer diario.
* Hay cosas que dan miedo cambiarlas.
* Tienes miedo a cosas que todavía no han pasado.

En ese momento me atendió -amablemente como siempre- la camarera. Pedí una sopa calentita y una copa de Rioja.
Cuando se marchó a pedir mi comanda la pareja se había ido.

Pero me habían dejado una sonrisa y dos recuerdos: Si, soy de los que reconozco las causas perdidas (y ya he aprendido en no empeñarme en naufragar continuamente) y creo -firmemente- que eres lo que haces cada día, no hay otra.

Me encantan mis ratos en el Hope.


sábado, 26 de octubre de 2019

fuera del horario laboral, claro


Fui a mi librería preferida en busca del excelente y tan difícil de encontrar "todos nosotros" de BP.
Al entrar vi tres cosas: El cuadro que tanto pegaba en ese establecimiento, mi dependienta favorita hablando con un cliente mientras le envolvía lo que había comprado ( Gracias por recomendarme estos libros/Siempre que necesite ayuda aquí me encontrará). y que en el fondo debía haber una presentación porque se podían ver personas con copas.

Decidí esperar por "mi" librera y me fui a ver de qué iba la presentación. No me enteré, pero la mujer del gran sombrero rayado y boca y uñas de rojo pasión, le decía a una amiga "Pero es que mucha gente no escucha para aprender, escucha para replicar".

Estaba pensado si intervenir (mi legendaria manía de meterme donde no me llaman) pero me percaté de que "ella" quedaba libre. Cuando me vio, sonrió y antes de que yo dijera nada me avisó "Si vienes a por el de siempre todavía no hay resultado".

* Bueno, así me obligo a dar un paseo.

Escribió algo en una nota y me la dio diciendo "si me necesitas llama a este número"

* ¿Día y noche?

* De noche mejor, de día trabajo.

¡¡ Pero que bien elijo los sitios que me gustan !!



viernes, 25 de octubre de 2019

vidas paralelas


Bernardo, licenciado en filosofía.

Pepe, cuatro años de aprendiz pagado.

Bernardo, deuda de 6.000 € por préstamo para estudios.

Pepe, sin deuda de estudios.

Bernardo, no encuentra trabajo en su campo.

Pepe, gana 35.000 € al año.

Bernardo, piensa que la gente sin título universitario es estupida.

Pepe, desconectando la electricidad a Bernardo por falta de pago.


jueves, 24 de octubre de 2019

para vivir


Hacer lo que quieres es libertad.
Disfrutar de lo que haces es felicidad.


miércoles, 23 de octubre de 2019

las consecuencias de no arriesgar


Antes de ir al Hope decidí ir a hacer una lotto. Pasee por los soportales porque el día amenazaba lluvia.

Al pasar por el supermercado me fijé en el cartel: "Tenemos un trabajo para ti. Dependiente. Tenemos muchas ganas de conocerte, inscribete". 

Diez metros más allá, en uno de los bares otro letrero "Necesitamos camarero". 

Diez metros más y me encontré a uno de esos sin hogar de alrededor de 40 años que estaba sentado -que yo supiera llevaba 3 años en el mismo sitio- con un cartel: "Es una pena tener que pedir, pero tengo que darle de comer a mis tres hijos" y una cajita de cartón para las donaciones (que eran pocas).

Tuve -solo un par de segundos- la tentación de hacerle notar los dos carteles anteriores. Me abstuve.

Un poco más adelante un joven intentaba hablarle de su dios y la biblia a un transeúnte que le dijo que llevaba prisa. El joven se quedó murmurando cosas que le obligarían a tener que confesarse.

Compre mi lotto y hice el camino de regreso.

El joven predicador callejero estaba donde el sin hogar dándole la vara, el sentado me miró con ojos desesperados.

Entre en el Hope. En una pared "la ciudad", en la pizarra la frase: "Si no arriesgas nada, lo arriesgas todo". En la otra pared un Rockwell que me recordó que no había escrito mi entrada del día. Pedí un reserva, me senté. ¿A ver si se me ocurría algo?


martes, 22 de octubre de 2019

voces que abrigan



En las paredes parejas hablando, en los altavoces Cohen.

Ellos estaban en la mesa junto a la barra en la que yo me había acodado conversando con Jota (dialogar con el dueño del Hope siempre enriquece). Ella rondaba los cuarenta, era guapa. El ya no cumplía los cincuenta y no creo que nadie le hubiera llamado guapo en su vida.

Cuando Jota me sirvió la penúltima y abandonó la barra para dar la oportunidad a sus camareros de ganarse el sueldo pude escuchar lo que decían porque, aunque sonaba Cohen, en este café la música nunca impide la conversación.

* Lo que yo te recomendaría es que metieras tus "puede" en cajas y convirtieras tus sueños en planes.
* Es difícil dejar todo atrás y empezar de cero otra vez.
* No se puede empezar de cero. Nunca hay que dejar atrás lo que nos satisface, pero no debemos permitir que eso nos impida sumar.

Se hizo una pausa. En el silencio Cohen decía: "Toca solo la campanas que pueden sonar y olvida tu plan perfecto, en todo hay grietas pero es por ellas por las que se cuela la luz".
El día era frío, pero es bien cierto que en el invierno helado algunas voces abrigan. 

Ella se puso a reír, pero a reír con ganas.
* ¿Y ahora de que te ríes?
* De lo de antes de comer, de tu cara cuando me dijiste que veías que me defendía bien en la cocina y yo te conteste que también lo hacía en otras habitaciones.
* No puedo menos que dar fe de eso.
Ahora reían los dos.

Di un sorbo a mi penúltima y recordé lo que me había dicho Jota: "¿Buscas una persona que cambie totalmente tu vida? mira en el espejo”.



lunes, 21 de octubre de 2019

lo que ocurre entre mirada y mirada



Me atrae la mirada que consigue que me interese, que invita, que me obliga a acercarme.
Me atrae la mirada de después de, la que dice mucho más que cien mil palabras.

Pito, eres un romántico.

Vale, para librarme de ese estigma te describiré con todo detalle los polvazos salvajes entre mirada y mirada.



domingo, 20 de octubre de 2019

de todo menos...



Yo miraba la imagen de la equilibrista con tacones. Ella llegó puntual, con gafas y el signo de la victoria.

* He conseguido llegar a la hora. Me dió dos besos, se sentó y se quito las gafas.

* Vaya ojeras.

* No había manera de salir de la cama, ayer intente de todo para poder dormir, oyes.

* ¿De todo?

* Bueno, de todo menos cerrar el libro y dejarlo en la mesita de noche.

Y se rió.

Mire la imagen. La de equilibrios que hay que hacer para poder abarcar todo lo que se desea.



sábado, 19 de octubre de 2019

de rodillas, sol y otras ráfagas


Aunque iba con prisa me gusto ver las fotos de redondeces rotundas en las paredes del Hope.  

A ellas las vi al entrar, dos chicas casi universitarias a quienes un par de veinteañeros intentaban camelar. Estaban en la mesa  de paso hacia la barra. Justo al lado de la que ocupaba Pito.

Parece que jugaban a que ellos decían una frase y ellas tenían que contestar, y por lo que oí las preguntas tenían su que.

* ¿Cuando se tiene que arrodillar una mujer ante un hombre?
Risitas. Y -como no- Pito tuvo que intervenir.
* Cuando le ata los cordones de los zapatos a sus hijos pequeños.
Pausa. 
El más alto se volvió y le dijo señalando a la más rubia:
* ¿Eres un listo? A ver, ¿a qué se parecen las tetas de esta?
* Al sol.
* ¿¿¿???
* Puedes mirar directamente un segundo, pero si te pones gafas de sol puedes recrearte el tiempo que desees.

Seguí sin poder evitar la sonrisa. Pedí mi café latte para llevar (hoy había prisa) y me dirigí a la puerta. Al pasar pude ver que las chicas se habían trasladado a la mesa de Pito y los abandonados iban por su cuarta cerveza.

Me gusta pasar, aunque sea un momento, por el Hope. Siempre encuentro algo que me conserva la sonrisa el resto del día.



viernes, 18 de octubre de 2019

un,dos tres


Uno.

En el hotel me recomendaron un café que no estaba demasiado lejos. Al salir, en el salon estaba escribiendo en su portatíl mi mujer, me escabullí sin que me viera. Quería encontrarme con Blas, un conocido capullo total, para pasarle por la cara que me he comprado una bicicleta eléctrica de la BMW. 

Fue un paseo agradable. El café con muy buena pinta, en el fondo una joven parecía leer al tiempo que escuchaba música. Vi a Blas y me acerqué...

Dos.

En el hall del hotel la mujer usando el portátil para un chat de voz.

Acaba de salir intentando que no le viera el capullo de mi marido. Su última proeza, comprarse una bicicleta eléctrica carísima en la que no se montará nunca.
A ver si quedamos y nos vemos. Bueno, no solo vernos, ¡claro!

Tres.

La joven miraba sin ver el libro mientras escuchaba y hablaba usando unos iPods. 

Me gusta estar en tu vida. Me gusta que entre tantos millones de personas me hayas elegido. Me gusta lo que me haces cuando me haces lo que me gusta. Hay gente que emplea el dinero que no tiene, para comprar cosas que no necesita, para fardar delante de gente que le cae mal. Tu marido acaba de entrar en el café que yo estoy, ¿Si voy a tu hotel nos dará tiempo de........?




jueves, 17 de octubre de 2019

esos latidos de vidas ajenas



Me sorprende que una gran cantidad de gente no perciba la vida que le va rozando.

Hoy he ido a la ciudad en un tren de cercanías, he cogido el metro, he paseado por un museo, su tienda y su biblioteca, he tomado un café en uno de esos locales amplios y de suelo de madera con cuadros enormes en sus paredes, he paseado sin prisa -de vuelta a la estación- por una ruta que me llevaba por calles sin demasiada personalidad y no he podido parar de escuchar los latidos de vidas ajenas que se cruzaban un momento conmigo.

Frases como ráfagas. 

* ¿piensas que la aventura es peligrosa? Bueno, elige la rutina, pero te aviso que es letal.

O

* Me gustan las mujeres café
* ¿?
* Ya sabes, saben deliciosamente, a veces te hacen perder el sueño y crean adición.

O

* ¿Tu crees que en el mundo mundial hay algo mejor que cuando "la" persona (que no sabe que estás) se da cuenta de tu presencia, sonría?

O

* La debilidad de la actitud acaba convirtiendo en debilidad de carácter.

O

* Intoxicate del romance de lo inusual.

Esto último se lo oí a una morena con gafas rojas en el gran hall de la estación. No pude contenerme y le dije "Perdona que me entrometa (lo que no deja de ser una de mis especialidades) pero lo que sería altamente inusual es que tomaras un helado conmigo".

Eso paso a las ocho un poco pasadas, son las once y creo que también perderé el último tren de regreso.