AlmaBaires: Lo se y me da resultado. Cuando la memoria me traiciona y llama recuerdos indeseados, hago que el cerebro focalice en alguna de las muchas cosas geniales que me han pasado.
Funciona.
Y cada vez el perfil traidor de la memoria aparece menos.
En mi experiencia, lo que más me ha ayudado a olvidar es el perdón (a otros o a mí misma). Todo lo que he logrado perdonar de verdad se ha ido borrando de mi memoria
Dicen que una gran parte de la felicidad es tener mala memoria. Es lo que mejor funciona de mi cabeza, el olvido (el resto es una jaula de grillos) y no hago nada especialmente, viene de fábrica. Lo dicho, una suerte. Besitos
María: Una buena decisión esa de no escupir para arriba.
Cuesta abajo cuesta menos avanzar.
A tu memoria habrá que ponerle un entrenamiento intensivo. Sino darle albariño hasta que caiga rendida y entonces si. Entonces -hacia abajo- se le escupe.
Hace tiempo que me puse a ello, dejé detrás todo lastre y complicación y voy a mi aire, a veces recuerdo, pero como algo lejano y siempre me hago la misma pregunta ...
Adel: Cómo no lo tenemos, lo único que nos queda es auto fabricarlo. A base de entreno y repetición la memoria va reseteando los naufragios y colocando en primera fila las alegrías.
Si se recuerda con ahinco durante mucho tiempo, si te aferras a ese sentimiento que pasó y dolió, no avanzas ni creces. Aprendí a perdonar hace algunos años y perdonarme como dice Alis, en los momentos más duros. Y me alegro mucho, muchisimo de haber sido capaz de salir de esa coraza. Ahora costaría más deslizarme en ese sentido... como tu dices, la veo venir y la despisto, haciendo lo que me gusta o distrayendola para que pierda poder. Fijate lo curioso, para eso me ha servido un poco de aquella memoria.
Los otros olvidos, los cotidianos para eso tengo una facilidad enorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrmeeeeeeeeeeeeeee...jajajaj.
mukali: Darle vueltas y más vueltas a lo que no tiene remedio es un sinsentido.
Aprender a recordar la multitud de cosas buenas que nos pasan es una manera de desear crear nuevos recuerdos parecidos. O sea; vivir hoy de la manera más gozosa posible.
¿Sabes cómo hacerlo? ...me vendría muy bien un sistema eficaz.
ResponderEliminarAlmaBaires: Lo se y me da resultado. Cuando la memoria me traiciona y llama recuerdos indeseados, hago que el cerebro focalice en alguna de las muchas cosas geniales que me han pasado.
EliminarFunciona.
Y cada vez el perfil traidor de la memoria aparece menos.
Buen consejo
ResponderEliminarEn mi experiencia, lo que más me ha ayudado a olvidar es el perdón (a otros o a mí misma). Todo lo que he logrado perdonar de verdad se ha ido borrando de mi memoria
Un abrazo
Alís: Perdonar es generoso. No es mi método aunque soy un gran perdonador.
EliminarEn los perdones no olvido, quien te la hace una vez volverá a hacerlo. Y hay que evitar dar esas ocasiones.
Yo para olvidar uso deletear todo lo que no se puede arreglar. Fue. Nada de lo que haga lo cambiara. Centrémonos en otra puerta.
Si... Si....
ResponderEliminarSalud
Erik: Como todo entrenamiento si esta bien hecho obtiene resultados.
EliminarJustamente eso es lo que mejor sabe recordar.
ResponderEliminarSuerte,
J.
José: Habrá que mejorar ese entrenamiento.
EliminarDicen que una gran parte de la felicidad es tener mala memoria. Es lo que mejor funciona de mi cabeza, el olvido (el resto es una jaula de grillos) y no hago nada especialmente, viene de fábrica. Lo dicho, una suerte.
ResponderEliminarBesitos
lopillas: Veo que genéticamente vienes equipada para la felicidad.
Eliminar...bueno, eso si tienes el mínimo control sobre los grillos.
Pues hijo , mi memoria es demasiado p.t.
ResponderEliminaraunque no quiero escupir para arriba ya que voy cuesta abajo
María: Una buena decisión esa de no escupir para arriba.
EliminarCuesta abajo cuesta menos avanzar.
A tu memoria habrá que ponerle un entrenamiento intensivo. Sino darle albariño hasta que caiga rendida y entonces si. Entonces -hacia abajo- se le escupe.
Deberíamos tener un botoncito de reset, guille
ResponderEliminarHace tiempo que me puse a ello, dejé detrás todo lastre y complicación y voy a mi aire, a veces recuerdo, pero como algo lejano y siempre me hago la misma pregunta ...
Adel: Cómo no lo tenemos, lo único que nos queda es auto fabricarlo. A base de entreno y repetición la memoria va reseteando los naufragios y colocando en primera fila las alegrías.
Eliminar¿Y la pregunta es?
¿ cómo diantres te metiste en eso ?
EliminarAdel: y la respuesta es: Porque eres una mujer que se atreve a probar.
EliminarY las pruebas no siempre acaban como se pensaba.
Te iba a decir algo...
ResponderEliminarno recuerdo el qué.
😉
De los besos no me olvido.
Laura: Así me gusta, que vayas entrenando la memoria.
EliminarEso si, que recuerde que a mi me puedes contar de todo.
jajaja me encanta ...sobre todo porque ya también entrené a mi memoria para eso y me está yendo muy bien ,besos
ResponderEliminarodalys: Es que ese entrenamiento es fundamental para nuestro bien vivir.
EliminarSi se recuerda con ahinco durante mucho tiempo, si te aferras a ese sentimiento que pasó y dolió, no avanzas ni creces. Aprendí a perdonar hace algunos años y perdonarme como dice Alis, en los momentos más duros. Y me alegro mucho, muchisimo de haber sido capaz de salir de esa coraza. Ahora costaría más deslizarme en ese sentido... como tu dices, la veo venir y la despisto, haciendo lo que me gusta o distrayendola para que pierda poder.
ResponderEliminarFijate lo curioso, para eso me ha servido un poco de aquella memoria.
Los otros olvidos, los cotidianos para eso tengo una facilidad enorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrmeeeeeeeeeeeeeee...jajajaj.
mukali: Darle vueltas y más vueltas a lo que no tiene remedio es un sinsentido.
EliminarAprender a recordar la multitud de cosas buenas que nos pasan es una manera de desear crear nuevos recuerdos parecidos. O sea; vivir hoy de la manera más gozosa posible.
En mi, los olvidos cotidianos van de mal en peor.
Entonces habrá mucho que olvidar
ResponderEliminarIkana: Todo lo que sea necesario para no acarrear penas.
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