El discurso de él: A mi novia le dije que cenaba con mi amigo, deprimido por su separación.
A mi amigo le dije que cenaba con mi novia para celebrar uno de esos estúpidos aniversarios inventados.
Y aquí estoy disfrutando de un tiempo personal en un espacio propio. Cierto, les engaño. Pero creo que evito sufrimientos.
El discurso del amigo: Siempre ha tenido ese perfil autista que le obliga a aislarse en algunas situaciones o épocas ¿me pasas el vino?
El discurso de la novia: Siempre intenta engañarme con excusas bobas. ¿Cuando aprenderá que no me importa que se enclaustre de vez en cuando? Nada de vino, vamos a follar otra vez.
ojos que ...
ResponderEliminarErik: Hay dos que lo ven todo.
EliminarNinguno puede quejarse.
ResponderEliminarEl protagonista tuvo su momento para estar solo.
Su novia y su amigo encontraron momentos para estar...juntos.
Y cuando ese personaje se encuentre con su novia, no será un problema la rutina. Seguro que disfrutarán la intimidad.
Ella está entre una modelo y una mujer fatal, podría ser ambas. Bellisima,
Saludos.
Demiurgo: la pregunta que aparece es ¿cuánto durará esta situación antes que una de las tres personas decida cambiarla?
EliminarHermoso! Me encantó.
ResponderEliminarBesossss
Paula: encantado de que te encante.
EliminarHola hermoso, también me encantas :))
ResponderEliminarEl muchacho no tiene perfil autista, un respeto a los autistas, el muchacho lo que necesita es terapia (o dos hostias)
:))
Pat: Mucho respeto con los autistas. Pero usar esa palabra es una forma corta y directa de señalar a amigos/conocidos que huyen de los contactos sociales. Y se suele hacer sin menospreciar a quienes son autistas de verdad.
EliminarLo de que necesita el muchacho es simple: Hacer lo que necesita contandolo.
No hay que convertir en complicado lo que es simple.
Buenos ejemplos de que, en ocasiones, la verdad sobrevalorada y de que el autoengaño no tiene límites....
ResponderEliminarMe encantó la historia.
Te dejo el poema de Vicente gallego al que me recordó...
Para que tú me ames, para que yo conserve
tu amor más alto y puro, sólo debo
-me dices-
cumplir una mandamiento:
no mentirte jamás, no mentirte siquiera
cuando más necesites que lo haga,
porque tú -me aseguras-
lograrás perdonar cualquier ofensa,
cualquier traición si la confieso.
Y así, con un engaño, mintiéndote y mintiéndome,
demandas mi franqueza más suicida.
Por tu parte,
para que yo te ame, para que tu conserves
mi amor más alto y puro,
sólo debes cumplir un mandamiento:
no dejar de mentirme, porque no lograría
amarte en tu verdad.
Lo que yo amo es tu forma de engañarme.
Por lo que a mí respecta, complaceré tu gusto:
te mentiré jurando que no miento,
y si logro tenerte para siempre engañada,
habrás de agradecerme un amor tan sincero
que no sienta el impulso de decir su verdad,
porque es la verdad la traición más cobarde
y nadie necesita su confidencia cruel
por más que la suplique.
Ana: Buen poema. La segunda parte me ha recordado la famosa frase de Johnny Guitar: "Mienteme, dime que me quieres".
EliminarYa los antiguos asiáticos avisaban sobre la verdad: Si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio, no lo digas.
¿Cuanto puede durar una situación que unos novios no se dicen lo que quieren y un amigo es más amigo de ella que de él?
Veo fácil que el novio confiese que le gustaría tener momentos propios.
Que los otros dos le digan: vale, mientras nosotros nos dedicaremos a follar parece algo más complicado.
Sospecho que aunque el cretino que miente sin necesidad optara por abandonar sus momentos de soledad buscada los otros dos encontrarán como encontrarse con nuevos horarios de encuentro.
Creo que estas situaciones solo crean laberintos enrevesados que no tienen salida. Antes o después, se coincide en algún tramo y no hay otra que mirarse a las caras.
ResponderEliminarLa frase, "Creo que evito sufrimientos", la conozco y, para mí, es una de las formas más cobardes de autoengañarse.
un beso, guille.
Carmela: En esta situación mi pensamiento esta muy alejado de lo que se llama normalidad.
EliminarMe baso en que solo se vive una vez y que cada persona es dueña de su tiempo en la tierra y apuesto porque lo use siempre en su provecho.
Te diré que entiendo más a la novia y al amigo que al novio. Me parece sencillo pedir un tiempo para estar solo, no hace falta esconderlo. Aunque me parece que su "creo que evito sufrimientos" no es cobardía.
Lo de los otros dos seguramente ocurriría de todas formas. Y aqui es donde entra mi discrepancia con lo que la mayoría piensa: Haz lo que te apetece. Y procura que sea algo que sume y no reste.
La sinceridad es importante, en según que momentos
ResponderEliminarIkana: Totalmente sobrevalorada.
Eliminar...Y tan felices los cuatro
ResponderEliminarBesos
Alís: ¿Los cuatro?
EliminarCon lo fácil que es decir la verdad desde un principio... (todos necesitamos nuestro propio espacio y no significa que hagamos nada malo)
ResponderEliminarBesos.
Laura: Que el novio no sepa decir que quiere un tiempo personal me parece un fallo garrafal.
EliminarLa historia de los otros dos no aseguraría yo que no hubiera sucedido igualmente.
Los tiempos y los espacios propios son indispensables.
ResponderEliminarLos tiempos y los espacios compartidos son de quienes los comparten.
Y seguro que el día que salgan los tres (que lo harán) también disfrutarán juntos. Las personas son sencillas, todos se duelen y se alegran más o menos de lo mismo. Las relaciones complejas, buscamos quién nos complete y somos absorbentes con quien nos llena, pero para completar a una persona sencilla hacen falta muchas relaciones. No le cuentas lo mismo a tu madre que a una amiga, al novio que al amante, a la cajera del super que a la mujer que te da un masaje. Somos, en nuestra sencillez, muchos perfiles y todos deben encontrar su sitio.
Alicia: primera frase totalmente de acuerdo.
Eliminarsegunda frase totalmente de acuerdo.
El resto: Se acerca muy mucho a lo que yo creo. Hay que dejar que existan en nuestro entorno todas las personas que sumen (y que no resten, así no nos obligan a elegir)
Lo petó WW y su "contengo multitudes".