Yo intentaba una guerra de aguantar la mirada con la Kate en plan elegante, pero la tía ni pestañeaba.
Sonaba Mary Gauthier y su "Drag queens in limousines". Y la madre le decía que era la escuela mas buena que el dinero puede comprar.
En la otra pared la china fijaba la mirada en una morena, media melena convenientemente despeinada que hablaba mirando fijamente a su iPad.
"Hay una verdad verdadera" -alcancé a oír- "lo que es, es. Intentar disfrazar eso también recibe el nombre de fábrica de naufragios".
Con la oreja en la morena y los ojos en la batalla con Miss Moss, aunque empezando a comprender que la derrota se hacía inevitable la voz sonó clara, casi transparente.
"Esa es la mayor venganza del mundo mundial. Ser feliz. Nada les vuelve más locos que verte con una jodida vida feliz".
Fui a beber, pero la copa estaba vacía y el camarero decía que era hora de cerrar y que solo faltaba que me fuera yo.
Mire todo el local. Kate ni pestañeaba, la japonesa me miraba a mi y mi reflejo en el espejo me recordó que es bueno peinarse de vez en cuando.
Fue cuando el camarero remató; "Mildred, cuando le hables al iPad por lo menos conéctalo".
Sonaba Mary Gauthier y su "Drag queens in limousines". Y la madre le decía que era la escuela mas buena que el dinero puede comprar.
En la otra pared la china fijaba la mirada en una morena, media melena convenientemente despeinada que hablaba mirando fijamente a su iPad.
"Hay una verdad verdadera" -alcancé a oír- "lo que es, es. Intentar disfrazar eso también recibe el nombre de fábrica de naufragios".
Con la oreja en la morena y los ojos en la batalla con Miss Moss, aunque empezando a comprender que la derrota se hacía inevitable la voz sonó clara, casi transparente.
"Esa es la mayor venganza del mundo mundial. Ser feliz. Nada les vuelve más locos que verte con una jodida vida feliz".
Fui a beber, pero la copa estaba vacía y el camarero decía que era hora de cerrar y que solo faltaba que me fuera yo.
Mire todo el local. Kate ni pestañeaba, la japonesa me miraba a mi y mi reflejo en el espejo me recordó que es bueno peinarse de vez en cuando.
Fue cuando el camarero remató; "Mildred, cuando le hables al iPad por lo menos conéctalo".
Entonces cuál de ambos a varios estaba más pasad@
ResponderEliminarErik: Mi prota hablaba sola.
EliminarSi. Ya lo sabia
EliminarErik: ergo la más pasada era ella.
EliminarMal veo esa guerra de aguantarle la mirada a la Kate, tiene una mirada que taladra..
ResponderEliminarComplicado disfrazar lo "que es", antes o después es lo que es.
Y sí que estoy de acuerdo en que lo que mas fastidia a los "infelices por norma" es ver que alguien es feliz. Mejor, lejos de ellos. Porque nada les hará ver la vida de otra manera.
Iba a decirte que no soy despistada, pero ayer mismo tuve un despiste descomunal, así que te diré que no suelo ser despistada. Mejor así.
Carmela: Si la Kate es capaz de cerrar los ojos que tiene abiertos en una foto ademas de super modelo es hacedora de milagros. Mildred tiene la batalla perdida de antemano.
EliminarLo que es, es. No saber reconocerlo lleva a un naufragio seguro.
Su felicidad es "quetodovamalelmundoesunamierda". Si, mejor tenerlos lejos.
Yo soy el despiste XXXL. Una v ez en una sala de prensa estuve tres minutos buscando las gafas de sol entre las risas de los demás. Esas risas me hicieron pensar, y si, las tenía en la frente.
Te han pillado, ja, ja, ja
ResponderEliminarIkana: En el estado de Mildred era fácil pillarla
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