conservando las buenas costumbres

* ¿Te acuerdas de cuando cerrábamos todos los baretos y las copas eran siempre la penúltima? 

* Buenos tiempos, tu gastabas escotes.

* Y tu mas pelo. Veías una persona atractiva y soltabas invariablemente...mal se me tiene que dar la noche para no triunfar.

* Más que acordarme sigo practicando esas ancestrales costumbres. Todavía en la carretera.

(risas)

* Tu sigues igual. Yo, ahora, me tomo tres copas y quedo para el arrastre.

* No te tires pegotes princesa, ¿ahora? en aquellos tiempos también.

(risas)

* ¿Te gusta el café que he elegido para encontrarnos? 

* Me gusta el local,  me gusta la música, me gusta el vino, hasta me gusta tu compañía.

(Sonrisa. Silenciosa. Duradera).

* ¿Te parece bien cenar algo en mi casa?

* Genial. Vamos en mi coche, lo tengo aparcado ahí enfrente.

Aparqué el coche y subí a su casa.

Ella ya había tenido tiempo de ponerse cómoda (que básicamente significa que se ha descalzado y quedado en bragas) y tomaba una de sus infusiones.

"¿Haces tu la cena?" preguntó "¿qué te apetece?" pregunté "un bocata mismo" contestó "mismo no se hacer, pero hago unos de mejillones picantes en su abundante salsa geniales" contesté "vale graciosillo" dijo sin risa añadida "¡Ah! prefiero hacerlos con pan de sésamo" dije sin risa (todavía) "¿por?" curioseó "se abren solos" rematé.

Y apareció la sonrisa. De esas que llenan la cara. De oreja a oreja.

Un punto para mi, pensé mientras corría hacia la cocina. Al pasar junto al cuadro de la rubia que decía eso que tanto me gusta que me digan le guiñé un ojo y le susurre que si el bocata le gustaba mal se tenía que poner la noche para no.......