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jueves, 5 de mayo de 2016

el final de la jornada laboral





La señora Pigomez es una mujer de posibles, extremadamente religiosa. De esas  casi fanáticas que creen que ni en el arte se pueden mostrar desnudos y que no encuentran contradictorio ir hablando de amor al prójimo al mismo tiempo que se pone a caldo a los que no piensan como ella.
La señora Pigomez tiene contratada a la pequeña Amapola, para que barra y lave los platos a media tarde...después del té.

Amapola tiene trece años y barre después de su jornada escolar, antes de los deberes. La casa le atemoriza, con muchas frases en las paredes de la cólera de ese dios del que tanto habla su contratadora.

Al acabar su tares la niña Amapola va a la cocina a dejar la escoba. Sobre la mesa el resto de un pastel de limón y coco que parece sobró del té. Cae en la tentación lo coje y cuando lo va a morder sus ojos se clavan en uno de los carteles: "Dios lo ve todo". Rápidamente deja el pastel. Guarda la escoba. Ve otro cartel: "Dios ayuda a quien se ayuda".
La niña Amapola sonríe.
Se come el pastel.



8 comentarios:

  1. jajajajaja. muy lista Amapola....
    total, tiene tiempo aún de dar cuentas al todopoderoso...
    besos.

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    1. juana: Siempre hay que leer a favor.

      Y las tentaciones están hechas para caer en ellas.

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  2. Un relato estupendo. Las incongruencias del fanatismo contra la lógica de una mente limpia.

    (I've just got it. It's a wonderful present. Thank you so much!!)

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    1. Ángeles: Y ojalá siempre fuéramos capaces de mantener la mente limpia.

      (I'm glad to know. You are welcome)

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  3. No hay nada peor que la hipocresía, esa piadosa señora no tiene escrúpulos en aprovecharse de la necesidad de la niña y encima se creerá que le ayuda, así que bien por la niña Amapola por hacer lo que le apetecía y zamparse ese pastel. No sé yo si su Dios estará más de acuerdo con la pía o con la niña, yo voto por la niña.

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    1. Conxita: Lo peor es que ni siquiera se da cuenta de la incongruencia entre lo que predica y lo que hace.

      La niña Amapola promete. Sabe jugar a se favor.

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  4. La niña Amapola promete.
    Me gustan las personas que saben leer las reglas a su favor.

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    1. Alicia: ¡¡¡ Ah !!! ¿Se pueden leer de otra manera?
      jijijijijiji

      La niña Amapola tiene todos los números para saber disfrutar de la vida.

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