La pude oír aunque se lo dijo bajito, sin acritud. Pero con la fiereza de la seguridad.
Se lo dijo, se quitó los zapatos y se fue paseando descalza.
Me quedé apoyada en la pared, con la mano en el corazón, mirándola avanzar con su vestido azul.
Le dijo: "Se voz, no eco".
Y no pude menos que prometerme que yo intentaría conseguirlo.
Qué bonitas las imágenes.
ResponderEliminarY el mensaje, como siempre, muy sabio.
Un abrazo
Alís: No me queda más remedio que estar de acuerdo con tus dos afirmaciones...... como no podía ser de otra manera.
EliminarDemasiados ecos por todos lados. Pocas, poquísimas voces.
ResponderEliminarBesitos
lopillas: También creo eso que dices.
EliminarHay tante gente que disfruta siendo clon.
Me gustan según que ecos. Por que lo que es voces...
ResponderEliminarErik: ¿No te parece mejor el original que las copias?
EliminarA veces es difícil distinguir el original.
EliminarErik: Distinguir el original ayuda a vivir bien.
EliminarMe encanta esa frase, de hecho este verano me la grabé en formato jpj para ponerla a la entrada justo en la zona del hueco de escalera en donde el recibidor de mi casa coge eco de voz...Me pareció un juego chulo, aunque ¿quien se daría cuenta? solo una friki como yo y me vería al final explicandolo...jajaja.
ResponderEliminarMe gusta como empiezas el relato y como lo terminas...es como un breve susurro. Aunque lo niegues, a veces eres tan tierno...jjjj
mukali: ¡¡¡¡¡ ¿Tienes una casa con eco? !!!!!
EliminarYa tu sabes que a mi me gustan las frikis.
No lo soy, pero tengo personas que me ven con esos ojos.
Se voz, no eco.
ResponderEliminarEl eco de un adiós...apenas se oye.
Ven.
Y háblame aunque sea bajito.
Besos.
Laura: Las conversaciones hablando bajito son dse lo mejor de lo mejor.
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