Fueron como dos fogonazos. Ya sabéis que en los lugares públicos se oye lo que dicen quienes están cerca.
Ella con su copa de café y los vaqueros de esa inexplicable moda de romper lo nuevo le decía a su amiga "Se llorar en todas las posturas".
La amiga estaba en el sofá en modo espatarrada, fumando. "Para que dejes tus penas te voy a leer el trabajo del cole de mi hijo, tenían que escribir una carta a Papa Noel".
"Querido Papa Noel he sido bueno todo el año. Bueno, casi todo el tiempo. Vale, alguna vez un rato.
¿Bah! no importa gordo seboso ya me compra mi madre los regalos".
Risas de los tres.
Me miraron algo extrañadas pero no pude contenerme.
Eso si, ya no le oí nada más.
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