Erase una vez que era domingo. Lloviznaba.
Oído en el Hope.
Pito se lo decía a Lucy.
"A veces están porque te necesitan sin aportarte nada, a veces eres la representación de esa forma de vivir que no entienden. No cambies. Nunca justifiques o limites tu locura para mantener a alguien en tu vida. Si quieren un prototipo que lo busquen".
Abrí rápido mi libretita y lo apunté.
Pito se lo decía a Lucy.
"A veces están porque te necesitan sin aportarte nada, a veces eres la representación de esa forma de vivir que no entienden. No cambies. Nunca justifiques o limites tu locura para mantener a alguien en tu vida. Si quieren un prototipo que lo busquen".
Abrí rápido mi libretita y lo apunté.
Y verderin verderado este cuento dominical se ha acabado.
Es que sí es para apuntarlo.
ResponderEliminarErik: Alejarse de la gente tóxica y mantener la propia identidad es algo muy recomendable.
EliminarRealmente si se cambia para contentar a alguien, aunque sea por un breve tiempo, al final poco a poco te vas perdiendo a ti mismo. Y si alguien te aprecia de verdad, no querrá eso para ti. Qué te pierdas y ya no sepas ni quién eres. Las personas tóxicas siempre están diseccionando a los demás y señalando las partes que hay que "mejorar", como si ellos o sus vidas fueran tan perfectas.
ResponderEliminarHace unos años estuve una temporada sufriendo un poco por algunas personas que habían llegado a mi vida que todo el tiempo me señalaban "cosas a mejorar", me costó porque sentía verdadero aprecio por ellas pero finalmente las dejé marchar y ahora después de mucho tiempo y de darme cuenta de las cosas que de verdad importan, me alegro mucho de haberlas dejado atrás.
Además si dejas marchar a quien no te acepta tal y como eres, siempre ese espacio lo acaba llenando alguien que te quiera con el pack completo. Besicos!! :*
Lua: Es bien cierto que esa gente tóxica que dice que les gustas, pero intentan cambiarte a un prototipo son peligrosas. Acaban con tu propia naturalidad, con lo que realmente eres.
EliminarY cuando eres una persona generosa y amable te cuesta hacer el necesario gesto que les aleje.
Hay que aprender a deshacerse de ellas.
Tus últimas dos líneas encierran una gran verdad verdadera.