la locura desde el principio

Ella trasteaba con el ordenador. Compañera de oficina. Tres mesas más allá. Como estar en el horizonte.

Para ella yo uno más entre muchos.

Mi idea pasar de ser masa a ser uno, del horizonte al que está al otro lado de la mesa.

Empecé a decirle gracietas cuando pasaba por su lado al entrar (ella madrugaba más). A alargar las charletas de la pausa-café (ella rooibos).

Pasado un tiempo que creí razonable me lancé.

* Venga, deja el ordenador, nos vamos de finde. Haremos la ruta de los museos, la de los baretos. Desharemos camas si se tercia. Así nos conoceremos más y sabremos si nos aguantamos.
* Cada día estás más loco.
* Para nada. La locura me vino dada desde el principio con el pack genético.

Fuimos, hicimos, se terció.

“Pues si que nos aguantamos” dijo ella medio colgada del árbol del jardín del hotel.

Pasar de ser uno a ser “él”. Del otro lado de la mesa a...