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jueves, 31 de marzo de 2016

la casa del lago. D.





Miraba a D. mientras dormía.

Habíamos tenido una noche completa (cena, charla, risas. sexo, descanso).

Al levantarse se había hecho la valiente y se puso a intentar leer en la hamaca del patio, pero la falta de horas de sueño venció en el desigual combate.

Cerré los ojos y la vi la tarde de ayer, cuando finalmente decidí acercarme a la zona de playa. Me vino a recibir desnuda -como permitía un lugar en que estaban solas y habían hecho suyo- con una sonrisa un poco sorprendida, e ironizó sobre mi presencia en un lugar sin sombras donde refugiarme.


Pero sonreía porque sabia que estaba allí por ella.

Las mujeres siempre saben.

Por lo menos las inteligentes que son básicamente las que me interesan.

Volví a verla dormir. Me producía calma saber que existía y, aunque es mas fácil rozar el sol que mi legendario corazón de piedra, sé que esa mujer me colma.

Entonces recordé el camino hasta el mar.
Era claro. Solo había una posibilidad y lo recorrías sabiendo que al final estaba justo lo que buscaba.

Como sabia que a ella le pertenecía mi futuro inmediato.




8 comentarios:

  1. Me producía calma saber que existía.
    eso es lo que más querría de una relación. bello relato

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    1. Desnuda: cuando todas las piezas están en su sitio aparece la calma.

      Hay personas que disfrutan.
      Hay personas que sufren pensando en cuando se estropeara.

      Es una gran elección para pedir de una relación.

      Pd: aunque el libro pone que está prohibido reproducir sus contenidos ¿tengo permiso de la autora para copiar algún verso que otro?

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    2. jaja, sí claro, si de alguna manera revelas la fuente.
      me da mucha felicidad que quieras reproducir mis versos.

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    3. desnuda: Evidentemente con cita.

      ¿Como no? son muy buenos.

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  2. ¿Esa chica que duerme no sabe que dejar un libro al lado de un manzano entraña riesgo de metamorfosis? ;)

    PD: es que no he podido resistirme a la bromita. Aparte de eso, el texto me parece muy romántico y tierno, sobre todo para un legendario corazón de piedra.

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    1. Ángeles: Seguro que es lectora de tus historias y quiere conseguir el mismo genial resultado. Aunque me parece que esta casa de la playa ni tiene la magia ni tiene a Casilda.

      Me encanta la broma.

      Los que tenemos el corazón de piedra, usamos el cerebro y somos del grupo "anormal" sabemos ser dulces... Es mas yo tomo el café con dos azucarillos para mantener el nivel.

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  3. Muy bonito y tierno.
    Las mujeres siempre saben, cierto, aunque a veces se engañen o tengan miedo.
    Y me ha encantado ese camino hacía el mar, la calma, el saber que todo está bien, porque está aquello que buscas.

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    1. Conxita: Es algo que creo hace tiempo; las mujeres siempre saben.

      Hay caminos fáciles de seguir, llevan a dónde quieres ir y no hay desvíos.
      Lo malo es cuando nos complicamos y no queremos verlo.

      Es fantástico saber que todo está bien.

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