Oí contar -hace mucho tiempo- dándolo por cierto, el caso de una señorita -no sé si de Palencia o de Valladolid-, que le había aguantado al novio tal cantidad de desaires y de humillaciones que nadie se explicaba cómo no lo mandaba a paseo.
Impertérrita ante las críticas de los familiares y los consejos de las amigas, apuró sin embargo hasta las heces del cáliz de aquel noviazgo y logró finalmente, a base de pertinacia y disimulo acerca de sus verdaderos planes, vestirse de tules blancos y recorrer solemnemente el camino hasta el altar a los sones de la marcha nupcial de Mendelssohn.
Una vez concluida la ceremonia, y conseguido ante testigos el "sí" que pronunciaron los labios de su prometido, cuando le tocó a ella el turno de contestar si lo quería por esposo, se hizo un silencio expectante. "No, señor!", se la oyó pronunciar al fin con voz segura y bien timbrada, dirigiéndose al cura.
Y, volviéndose acto seguido a todos los circunstantes que llenaban la iglesia, añadió con énfasis, haciendo un gesto teatral que los abarcaba con la mano: "Y si he llegado hasta aquí, es para que sepan todos ustedes que si me quedo soltera es porque me da la gana!"
Dicho lo cual, se agarró la cola del vestido de novia con la mano derecha y desanduvo con taconeo resuelto el camino hasta la puerta del voy a vivir como yo elija.
Legendario pero vigente. Los clásicos siempre vuelven.
ResponderEliminar...y que bueno pensar que hace tiempo hubo quién pensó así para que yo ahora pueda pensar libremente.
Alicia: Tengo la impresión que tu hubieras pensado libremente hasta en los tiempos de la inquisición...lo que no se es cuantos años hubieras vivido.
EliminarSi, han existido personas que han tenido que abrir caminos que parecían no existir.
Al leer el título pensé que se trataba de esa otra famosa historia de dedo estirado. Pero veo que en este caso el dedo no señala a la luna, y mucho menos a la de miel.
ResponderEliminarLa protagonista merece un aplauso por su resolución, y otro por su paciente venganza, casi a la altura de la del Conde de Montecristo :D
Aparte de esto, me ha encantado encontrar en el texto palabras como "impertérrita" y "circunstantes". Eso merece otro aplauso :D
Ángeles: Sin su paciencia ni hubiera quedado demostrado que era elección. Ademas de la sonrisa interna que debió llevar puesta todo el tiempo, ella si sabía el final.
EliminarMe gusta, un aplauso para ella y otro para mi.
¡¡¡OLE, OLE Y OLE!!!
ResponderEliminarSin duda eres tú.
¿dónde has estado metido?
Tracy: Estoy casi seguro de ser yo.
EliminarY si, OLE por quienes son capaces de enfrentarse a cualquier costumbre que lastre sus elecciones.
Nunca muy lejos del Hope.
pues un aplauso para ella,
ResponderEliminary para todos los que eligen esa puerta
f: Esos son aplausos merecidos a los que me uno.
EliminarAsí me gusta,diciendo las cosas en momento peliculero...si es que m gusta tanto el cine,que ya estoy viendo la escena...
ResponderEliminarCarmen: ¿Y lo ancha que se debió quedar?
EliminarSeguro que lo ensayo en casa.
Tan a gusto se quedaría,ya lo creo.
EliminarCarmen: la culminación de todo un plan.
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