La verdad es que la mayoría de mis visitas al Hope merecen la pena.
Hoy estaba en la barra, aun lado tenia una pareja que mas que apoyarse en la barra, parecía que la usaban para que les aguantase. Al otro una mujer de esas que con su aspecto y actitud impide cualquier acercamiento, como si se creyera un ser superior.
El tipo de la pareja habló "Hoy me han dicho que los martinis son sucios". Ella miraba hacia él, pero no puedo asegurar que llegara a verlo. Insistió el hombre "¿Qué es lo que hace que un martini sea sucio?". Ella abrió mucho los ojos y en un tono ligeramente mas alto de lo recomendable le contestó "Todas esas cosas que hacemos nosotros cuando tu llevas tres".
Aquí miré a Jane y entendí adecuada su sonrisa.
Entonces la dama del otro lado hizo una llamada por teléfono y ordeno mas que dijo "Voy a tu casa y follaremos, a las cinco". Escuchó y contestó "¿Si seré puntual? Si llego tarde empieza sin mi".
Si señor, me reafirmo en mi creencia; pasar por el Hope merece la pena.
Yo creo que lo que merece la pena es conocer a las gentes del Hope
ResponderEliminar:) Besitos
Nieves: Me parece una creencia muy acertada.
EliminarSólo por las imágenes de las paredes ya merece la pena pasar por allí.
ResponderEliminarÁngeles: Espero que por mas cosas.
EliminarSí, pasas por allí por las imágenes y te quedas por todo lo demás.
EliminarMerece la pena, igual que la merece pasar por tu blog.
ResponderEliminarYo podría ser la de la llamada ¡¡¡soy así de mandona!!! sí, sí, tanto que mando hacer cosas comigo sin estar yo Jajajajaja...
ResponderEliminarY siempre merece la pena pasar por el Hope...y tomarse un martini (porque hay que empezar por el primero)
Tracy: Gracias por la parte que le toca al blog.
ResponderEliminarÁngeles: Eso suena mejor, mucho mejor.
ResponderEliminarAlicia: La verdad es que esa llamada debe ser divertido recibirla... mucho mas si es puntual.
ResponderEliminarEs un principio deportivo; para llegar al tercero hay que empezar por el primero.