Por la mañana:
Tener trece años es una mierda. Había quedado con mis amigas para ir a los columpios de la playa.
Mis padres querían ir al pueblo, a ver a mis tíos que vivían en la casa familiar con un primo mío.
¡Me pase todo el dia diciendo que no quería ir! Que ya era mayor y podía quedarme sola.
Y cuando me llevaron a pesar de mis quejas, puse los morros hasta el ombligo y me negué a hablarles.
Al llegar mi tía les enseñó una foto que le había sacado el que ahora es su marido desde la terraza de enfrente. Se rieron mucho, pero no me la dejaron ver. Todo muy aburrido.
Luego fui a donde la barca, donde estaba el cateto de mi primo el de pueblo. Estuvimos hablando un rato. Es mono.
Por la noche:
Al final no me lo pase tan mal. Pregunté a mis padres si volveríamos el domingo que viene otra vez.
Parece que al final cambió su opinión sobre su primo :)
ResponderEliminarMe gusta mucho como te metes en la piel de tus personajes, en esta ocasión transmites totalmente como seria el pensamiento de una niña de 13 años <3
Me ha gustado mucho, Guille bonito!! :*
¡Buenas noches!! ¡Muaaah!
Lua: Las personas en edad adolescente tienen sus planes y luego tienen su familia que es la que decide lo que se hace.
EliminarLo primero es protestar. A veces, no siempre, el resultado es bastante mejor de lo que pensaban.
Mi forma de ser me impide meterme en una niña de 13 años, como mínimo que tenga 21 y si puedo elegir más de 30.
¡¡¡¡¡Ah!!!!! ¿en la piel?
Lola se divirtió al fin
ResponderEliminarErik: ¿Ya la has bautizado?
EliminarSi, eso es lo que importa que se lo paso bien donde creía que no era posible.