¿Qué inercias nos impiden cambiar aquello que no nos satisface? ¿Qué nos ata a lo insuficiente? ¿Cuándo no convertimos en nuestro peor carcelero?
Supongo que las respuestas explican porqué complicamos lo simple. En mi caso cuando me veo en una de estas situaciones en las que mi vida no es cómo quisiera siempre suele estar implicada otra persona a la que no quiero hacer daño, aunque claro, a la larga me lo hago a mí misma y de rebote a ella.
Si... aveces ocurre que se es esclavo con puerta abierta, quizás se nos olvide que la vida es un y bien corta para perdernos en laberintos inventado cuando en el fondo... la vida es mas sencilla de lo que pensamos. Lo sabemos cuando atravesamos esa puerta de libertad.
Tu reflexión es cierta, pero a veces, cuando le abrimos la puerta de la jaula a un pajarito, no se atreve a salir. El instinto le dice que eso conlleva riesgos, y la tendencia natural de los seres vivos es evitar los riesgos; ya sabes, el primitivo instinto de supervivencia. Sin duda es mejor ser libre y volar por ahí que estar enjaulado, pero necesita tiempo para decidirse. Así que cuánto más complicado será para las personas, que estamos condicionadas por muchos más factores externos y complejidades psicológicas que un pajarito.
A veces da mucho miedo atreverse a volar, a hacer cosas diferentes pero si uno no arriesga sigue pasando lo mismo, y si lo mismo no nos llena, se ha de probar cosas distintas pero a veces algunos entran en una espiral de queja en la que no cambian nada de nada y se siguen quejando, entrando en un bucle muy triste y frustrante. Las cadenas más dolorosas son aquellas que nos ponemos nosotros mismos.
Hay un concepto en psicología, la indefensión aprendida que aunque llevado al extremo, nos dice que hay personas que sufren situaciones adversas y dolorosas y no hacen nada para cambiarlas ni alejarse de ellas y desde fuera parece difícil de entender pero están atrapadas.
Muy cierto ese final!
ResponderEliminarCarmen: nada nos para mas que nosotros mismos.
Eliminar¿Qué inercias nos impiden cambiar aquello que no nos satisface?
ResponderEliminar¿Qué nos ata a lo insuficiente?
¿Cuándo no convertimos en nuestro peor carcelero?
Supongo que las respuestas explican porqué complicamos lo simple. En mi caso cuando me veo en una de estas situaciones en las que mi vida no es cómo quisiera siempre suele estar implicada otra persona a la que no quiero hacer daño, aunque claro, a la larga me lo hago a mí misma y de rebote a ella.
La frase final demoledora .
Alicia: cuando lo que vivimos es insuficiente solo hay dos opciones, resignarse y tirar el resto de la vida o empezar algo nuevo.
EliminarSolo contemplo la segunda opción, aunque se que eso suele ser lo mas raro.
Si... aveces ocurre que se es esclavo con puerta abierta, quizás se nos olvide que la vida es un y bien corta para perdernos en laberintos inventado cuando en el fondo... la vida es mas sencilla de lo que pensamos. Lo sabemos cuando atravesamos esa puerta de libertad.
ResponderEliminarBesos
Nieves: Es que la puerta siempre está abierta. El que convierte la vida en una jaula es quien no se atreve a buscar lo que desea.
EliminarSi, hay que atravesar la puerta.
Tu reflexión es cierta, pero a veces, cuando le abrimos la puerta de la jaula a un pajarito, no se atreve a salir. El instinto le dice que eso conlleva riesgos, y la tendencia natural de los seres vivos es evitar los riesgos; ya sabes, el primitivo instinto de supervivencia. Sin duda es mejor ser libre y volar por ahí que estar enjaulado, pero necesita tiempo para decidirse.
ResponderEliminarAsí que cuánto más complicado será para las personas, que estamos condicionadas por muchos más factores externos y complejidades psicológicas que un pajarito.
Qué bonita es la segunda imagen.
Ángeles: EL verdadero riesgo, el que cercena las posibilidades de encontrar lo que queremos, es quedarse enla jaula.
EliminarRendirse, resignarse a lo que es insuficiente.
Hay muchos condicionantes, pero no acepto ninguno que me obligue a menos de lo que quiero.
A veces da mucho miedo atreverse a volar, a hacer cosas diferentes pero si uno no arriesga sigue pasando lo mismo, y si lo mismo no nos llena, se ha de probar cosas distintas pero a veces algunos entran en una espiral de queja en la que no cambian nada de nada y se siguen quejando, entrando en un bucle muy triste y frustrante. Las cadenas más dolorosas son aquellas que nos ponemos nosotros mismos.
ResponderEliminarHay un concepto en psicología, la indefensión aprendida que aunque llevado al extremo, nos dice que hay personas que sufren situaciones adversas y dolorosas y no hacen nada para cambiarlas ni alejarse de ellas y desde fuera parece difícil de entender pero están atrapadas.
Conxita: Ya sabes porque me repito que me cansan los que se quejan pero nada hacen para cambiar la raíz de su malestar.
EliminarUna pena ese estar atrapado y no ser capaz de ver que la puerta está abierta.