Erase que era un domingo en el Hope casi vacío. Sonaba Rufus y su "Poses". En la mesa cercana a la de los habituales una jovencita de pelo rizado hablaba con su amiga.
* ¡Que diferente se ve el día según van pasando las horas. Por la mañana te vistes cuidando al detalle cada prenda que eliges, intentando sumar posibilidades a las expectativas que tienes para la jornada. Luego es lo que es. No todo se cumple. A veces nada. Pero no siempre a mal. Hay cosas que mejoran, algunas empeoran, otras te pueden cambiar la vida para siempre.
* Las expectativas suelen ser un pozo lleno de naufragios.
* Pero están. Siempre. Aunque las ocultemos, aunque tratemos de ignorarlas. Siempre esperamos algo de cualquier actividad, persona o lo que sea que tengamos previsto para ese día. Lo que aprendemos es que raramente pasa todo como teníamos pensado.
Meraki dejo de leer en la mesa de los habituales, guardo el libro, recogió todas las bolsas llenas de artículos de la tienda de comestibles suecos de IKEA, y se dirigió a la puerta de salida. Al pasar junto a las jovencitas dijo: "Hay que cruzar los dedos para saber apreciar lo que se recibe, a veces que sea menos de lo esperado no impide que sea mucho mas que suficiente".
"Las expectativas suelen ser un pozo lleno de naufragios." Qué gran verdad.
ResponderEliminarPorque muchas veces lo inesperado resulta mejor que lo deseado.
Y enlazando esta entrada con la anterior, es la madurez -por ejemplo la de Meraki- la que nos hace darnos cuenta de cosas como ésta.
Ángeles: Hay que saber muy bien en quien pones tus expectativas. Es una buena forma de evitar naufragios.
EliminarPero a cada situación prevista se la carga con mas o menos expectativas. Aveces se cumplen, a veces no. Y estoy de acuerdo contigo, lo inesperado -también solo a veces- supera nuestro nivel de esperanza.
La madurez, la de verdad, la de acumulación de experiencias, no de años, enseña...pero solo a quien quiere aprender.
Esperar algo de alguien que no sabe qué es lo que se espera siempre es un poco como naufragar.
ResponderEliminarSaludos,
J.
José: tienes razón, por eso cuido mucho en quienes pongo expectativas. Personas que ya antes no me han defraudado. Las que permito que se mantengan cerca mío.
EliminarTu frase es certera en el punto que a veces no se sabe que se espera de nosotros y así es difícil.
Yo hace mucho que sostengo que no hay que esperar nada de nadie ni de ninguna circunstancia, así lo que te encuentres será apreciado doblemente. Saludos.
ResponderEliminarManuela: ¿De nadie?
EliminarA lo largo de los años he mantenido cerca de mi a personas que nunca me han fallado. Es cuestión de ser cuidadoso en la elección.
En otras gentes no pongo expectativas. No me gusta naufragar.
En las situaciones, creo que es inevitable. Si voy a un restaurante nuevo espero que la comida sea buena. En el cine espero que la peli me guste, cuando cocino espero que me salga bien. En verano espero que el viaje de vacaciones sea para recordar..... esas expectativas creo que siempre están.
Me encanta esta entrada, fotos, texto... Me declaro fan. Si, las expectativas son inevitables aunque no seamos xonsconsciepero lo cierto es que a veces es mejor (mil veces mejor) que no se cumplan. Soy de las que gusta de dejarse llevar sin perder de vista el lugar donde quiero llegar.
ResponderEliminarBesos de lunes!
Tatu: Creo que son inevitables.
EliminarAprendemos a no tenerlas de ciertas personas. Pero no de toldas. Y nunca de las situaciones que vamos a vivir.
A veces no se cumple porque lo que sucede es mucho mejor que lo que esperábamos.
A veces algo inesperado no alegra la jornada. Yo he tenido situaciones/personas que de forma inesperada no solo me han mejorado la jornada, sino la vida.
¿Los del lunes llevan lengua? (Uno que es un optimista incorregible).
Los lunes llevan sonrisa ;)
Eliminartatu: Esos son dificilmente superables.
EliminarLas expectativas son una trampa inevitable. ¿Quién no las tiene?
ResponderEliminarClaro que si eres un poco flexible y "te dejas", a veces quedan muy por detrás de donde la realidad te lleva.
Alicia: No es malo tenerlas si uno sabe cuidar su nivel.
EliminarSiempre espero que la comida de un restaurante me guste. O que un libro de poemas contenga varios (no todos) que me trasmitan.
Pero lo mejor de lo mucho que llevo vivido ha sucedido porque me he dejado o me he atrevido. Y ese mucho es mucho, e imbatible.
Jiji Justo te comentaba algo así en otra entrada, lo de las expectativas. Meraki me encanta y lo que dices sobre qué la madurez reside en las experiencias que has vivido y no en la edad que tengas, estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarCuantas cosas buenas que nos suceden pasan por alto porque estábamos obcecados en lo que deseábamos, a veces la vida nos da lo que necesitamos en ese momento y no lo que deseamos y como llega en un envoltorio diferente al que esperábamos lo dejamos marchar. Es bueno apreciar lo que se tiene y disfrutarlo, a veces no se necesita más.
Lua: Hay gentes que confunden madurez con años, o -todavía peor- con seriedad.
EliminarHay gentes que usan el pasado para anclarse en el. No suman para el futuro, restan.
Vivir con las orejas y los ojos en apertura total hace que nos demos cuenta de lo que nos rodea y sirve para saber utilizar a nuestro favor lo que el azar hace que nos roce.
Lo mejor de nuestras vidas no llega siempre siguiendo el plan preestablecido.
Quien sabe disfrutar de lo que tiene, sabe vivir.
Porque de lo que nunca podrá disfrutar es de lo que no tiene.