Alís: Una vez, en uno de mis viajes deportivos en el bus que no llevaba al aeropuerto el guía local se sentó a mi lado, al llegar al parking, todos bajaron corriendo a coger las maletas y correr a facturar. El guía no se movía y yo n o podía salir. Espere. Entonces él me dijo "No comprendo a los europeos, corren a facturar para luego esperar tres horas para embarcar". Cierto, yo facturé el último y subí al mismo avión.
Desde ese día me llama mucho la atención la gente que corre hacia sitios en los que no quiere estar y en los que luego esperará.
gemmacan: La verdad es que la vida de Bertold tiene posibilidades de pe Hay momentos en que vivimos deprisa pero no tenemos punto de llegada que nos atraiga y el punto de salida hace tiempo quemó sus posibilidades.
Me cuesta mucho ver el lado negativo en las imágenes sin movimiento. Una vez me hicieron un test de personalidad basado en dibujos de niños, y el resultado fue que era "demasiado" optimista. Cosa que les pareció negativa. Después de veinte años sigo pensando igual, creo que todo tiene solución o nuestra actitud puede modificar los sentimientos. Por eso al tipo del cuadro lo imagino montándose en el coche y empezando una nueva vida...
Es porque tienen el piloto puesto, Guille. No hace falta ir tan deprisa, casi siempre es mejor disfrutar del paisaje (cuando toca) y tener dicha y calma para hacer. Y contando tu anecdota me has recordado una mía de niña. Mi madre me llevó llamemóslo de paseo aprendizaje al campo a ver como recogían aceitunas y yo quedé impactada por la celeridad con que una mujer movía los dedos y recogía de rodillas las olivas del suelo. Se lo cuchicheé a mi madre, cuando la mujer no me oía y recuerdo lo que me constestó: lo importante no es con que velocidad se mueve la mano, hija, sino cuantas realmente caen al cesto. Y como no, me fijé y obvio: como ella apuntaba la prisa y la efectividad no suelen procurar buenos resultados.
Se puede alargar y posponer lo que no se quiere hacer...o te lo puedes quitar de encima cuanto antes mejor...de estas dos opciones, me quedo con la segunda... :)
Percibo desencanto y también cierta esperanza en la posibilidad de un movimiento distinto.
ResponderEliminarUn abrazo
Alís: Una vez, en uno de mis viajes deportivos en el bus que no llevaba al aeropuerto el guía local se sentó a mi lado, al llegar al parking, todos bajaron corriendo a coger las maletas y correr a facturar. El guía no se movía y yo n o podía salir. Espere. Entonces él me dijo "No comprendo a los europeos, corren a facturar para luego esperar tres horas para embarcar". Cierto, yo facturé el último y subí al mismo avión.
EliminarDesde ese día me llama mucho la atención la gente que corre hacia sitios en los que no quiere estar y en los que luego esperará.
Mini futura roadmovie. Se adviene la aventura...
ResponderEliminargemmacan: La verdad es que la vida de Bertold tiene posibilidades de pe
EliminarHay momentos en que vivimos deprisa pero no tenemos punto de llegada que nos atraiga y el punto de salida hace tiempo quemó sus posibilidades.
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Me cuesta mucho ver el lado negativo en las imágenes sin movimiento. Una vez me hicieron un test de personalidad basado en dibujos de niños, y el resultado fue que era "demasiado" optimista. Cosa que les pareció negativa. Después de veinte años sigo pensando igual, creo que todo tiene solución o nuestra actitud puede modificar los sentimientos. Por eso al tipo del cuadro lo imagino montándose en el coche y empezando una nueva vida...
Eliminargemmacan: En mi lista de preferidas están las personas optimistas (nunca demasiado). Mi café se llamará Hope.
EliminarHay que saber ver el lado bueno de las cosas.
Él lo hizo, y tuvo épocas de lo mas negras, bebió ser complicado convivir con el nacimiento del nacismo, más si te dedicas a denunciarlo.
Muchas personas están imbuidas de impaciencia, celeridad e incoherencia. No saben lo que quieren, pero lo quieren de inmediato.
ResponderEliminarÁngeles: Que bien lo dices. Que buenas tres palabras.
EliminarHasta se de gente que sube las montañas a toda leche (aunque creo que era con intenciones asesinas).
Es porque tienen el piloto puesto, Guille.
ResponderEliminarNo hace falta ir tan deprisa, casi siempre es mejor disfrutar del paisaje (cuando toca) y tener dicha y calma para hacer.
Y contando tu anecdota me has recordado una mía de niña. Mi madre me llevó llamemóslo de paseo aprendizaje al campo a ver como recogían aceitunas y yo quedé impactada por la celeridad con que una mujer movía los dedos y recogía de rodillas las olivas del suelo. Se lo cuchicheé a mi madre, cuando la mujer no me oía y recuerdo lo que me constestó: lo importante no es con que velocidad se mueve la mano, hija, sino cuantas realmente caen al cesto. Y como no, me fijé y obvio: como ella apuntaba la prisa y la efectividad no suelen procurar buenos resultados.
mukali: Tu cerca de donde se recogen aceitunas...¡¡¡no me lo puedo creer!!!
EliminarHay gente que tiene prisa para ir a donde no quiere ir.
La calma suele mejorar los viajes.
El cruce de caminos es muy bonito :P
ResponderEliminarIkana: Si. Por eso se ha ganado el aparecer.
EliminarSe puede alargar y posponer lo que no se quiere hacer...o te lo puedes quitar de encima cuanto antes mejor...de estas dos opciones, me quedo con la segunda... :)
ResponderEliminarLaura: Yo he aprendido con los años que lo mejor es apuntarte a tu opción.
EliminarPero creo que la pregunta sería ¿Por que quiero que acabe rápido si no tengo prisa por llegar?
Esto me toca de manera directísima, aunque la mayoría de las veces sé (o creo saber) dónde quiero ir.
ResponderEliminarY por comentar cómo está escrito, no podría haberse expresado mejor.
Y por comentar cómo has montado la entrada, no podías haber elegido mejores imágenes (incluida la del texto).
Fdo: doña impaciencia.
Alicia: Serás doña impaciencia si así te ves, pero por lo que escribes eres también una disfrutona a lo largo de todo el recorrido.
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