Cuando llegué al bareto había pocos clientes, una pareja y un tipo solitario algo perjudicado por el alcohol. Eso si, los tres, con los restos del naufragio bien a la vista.
* Mierda de noche, sino hubiera sido por mis dos buenos amigos hubiera sido la peor del año.
* Es lo que suele suceder cuando se ponen muchas expectativas en divertirse cuando dice el calendario. Intervino el camarero.
* ¿Qué dos buenos amigos? Preguntó el que acompañaba a la mujer.
* Gin y tónic. Y el mismo se rió de su gracia.
El silencio se alargó y empezó a ser incómodo.
El "acompañante" se volvió hacía mi y con voz borrachuza me dijo;
* Tienes cara de haber pasado la noche haciendo maldades. ¿Hiciste algún pecado?
* Hice, hago y haré.
* ¿No te arrepientes de nada?
* Ha habido mucho sexo, bastante alcohol, trasnoche masivo... De lo demás si, de lo demás me arrepiento.
* Morirás joven me advirtió el amigo de gin y tónic.
* Hay que morir con recuerdos, no con sueños.
Otro silencio. No se podía saber si meditaban o se habían dormido.
Ella, que había estado callada todo el tiempo, me pregunto en un susurro casi inaudible;
* ¿Te quedan sueños por convertir en recuerdos?
* Cada mañana me levanto. Cada noche me acuesto. El sueño es haber llenado el espacio intermedio de vida.
* ¿Lo consigues?
* Nunca me he quejado de lo que entre mi atrevimiento y el azar he ido consiguiendo.
* El destino a mi siempre me ha maltratado.
* Naaaa, nada está predestinado. Sucede lo que provocamos con nuestras decisiones retocado por el azar.
* Pues el azar me odia.
* Hay que tener paciencia hasta que una casualidad de las vueltas necesarias para convertirse en beneficiosa.
Cuando me fui seguían desconfiando de mi teoría y soñando que el próximo año la noche del 31 sería mejor.
Yo recordaba la de casualidades que con el rodar del tiempo, y un poco de empuje por mi parte (atreviendome a la aventura de llamar a puertas que parecían interesantes) me habían llevado a los mejores encuentros de mi vida.
Por muchos sueños convertidos en recuerdos.
ResponderEliminarFeliz año nuevo.
Demiurgo: Esa es exactamente la idea. Trabajar para vivir los sueños.
EliminarEs una lastima porque los recuerdos no son de sueños.
ResponderEliminarErik: Algunos de mis sueños se convirtieron en realidad, lo se porque a) los recuerdo y b) los mantengo vivos.
EliminarPues que suerte.
EliminarSalud.
Erik: Siempre digo que soy un hombre afortunado
EliminarLas oportunidades se presentan, pero también ayuda buscarlas. O, al menos, estar atentos a ellas
ResponderEliminarBesos
Alís:A la persona que no busca ni que la oportunidad se le presente le sirve.
EliminarDe las mejores juergas que recuerdo han sido las improvisadas, quizás porque las expectativas eran bajitas a priori como dice el camarero, que por cierto pobre hombre, ni comer las uvas le dejan.
ResponderEliminarVale, hay que morir con recuerdos, pero que hay que vivir con sueños.
Besitos Guille
lopillas: Saber disfrutar de lo que te va rozando es una buena descripción de saber vivir.
EliminarCrear recuerdos valiosos es una gran forma de llenar el tiempo.
Me suena que el camarero tiene un bar que abre el 1 temprano para recoger los restos de los múltiples naufragios.. Se comió las uvas y ahora está haciendo caja para pasar la cuesta de enero.
Los sueños sirven si somos capaces de currarnos el hacerlos realidad.
Me pregunto a qué puertas de qué edificio se atrevió a llamar...
ResponderEliminarIkana: Hay que llamar a todo lo que nos parece interesante.
EliminarEs verdad que siempre hay que poner de nuestra parte para conseguir cualquier sueño. Y tambien es verdad que hay sueños que se nos ponen muy cuesta arriba, yo por ejemplo, en mi trabajo, cada día lo veo más...la situación a peor. Y dan ganas de abandonar, no creas...pero ya he llegado muy lejos, muchas veces aprobando y sin plaza y ya es un poco cabezonería el sacarmela.
ResponderEliminarpd. ¿acabaste el libro? yo estuve con otros dos amigos: Jonhy y Walker, jejejeje
mukali: Vivir luchando por conseguir lo que queremos es una excelente manera de hacerlo.
EliminarPd: Ahora estoy con uno de los candidatos eternos al Nobel: Richard Ford. Perdona bonita -no bebas tanto- no son dos, es el nombre y el apellido.
jajajajajajajaja
Toc toc!!!
ResponderEliminarYo quiero una de esas noches para no olvidar.
Atreverme me atrevo...
😉
Lura: Un error en tu comentario, debería poner "Yo quiero más de esas noches para no olvidar"
EliminarQue seguro que ya tienes acumuladas unas cuantas.
Que te atreves lo sabe cualquier persona que te conozca.
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