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lunes, 11 de junio de 2018

paraguas



Un verano que como las olas viene y se va. En las paredes cuadros en las que una se protege del sol y muchos de la lluvia. En la mesa el tipo con una café latte calentito y ella con un vino blanco frío.

Él se auto compadece por su reciente ruptura (le han dejado, no ha dejado).

Ella le comenta que llevaba meses diciendo que la cosa ya no funcionaba.

"Es cierto -dice él- pero es que su ausencia deja olores que me hacen recordarla". (silencio, ella no interviene) "Vale, puede que sea mejor así" añade mirando pasar a la morena del pelo corto, corto. 

"Eres un llorón. La actitud ante la vida es como un paraguas, que se usa para protegerse de la lluvia, pero también para hacerlo del sol. Sales de casa diluviando y cuando aparece el sol, en vez de quejarte por tener que llevarlo en la mano puedes alegrarte y usarlo para crearte sombra. Una cosa te voy a decir -ella habla mientras se levanta de la mesa y va recogiendo sus bolsas- los nuevos principios a menudo aparecen disfrazados de penosos finales".




12 comentarios:

  1. Y yo te digo una cosa ....de un penoso final pasamos a un principio maravilloso

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    1. Odalys: Si, hay que saber reconvertir finales en posibilidades de comienzos.

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  2. Very true.
    Deberíamos ser capaces siempre de afrontar los cambios como una oportunidad favorable. Creo que aprender a verlo así es uno de los mayores provechos que podemos obtener de la experiencia, un rasgo de madurez.

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    1. Ángeles: Si el cambio es inevitable hay que aceptarlo. Y enfrentarse a lo nuevo como a una aventura que mejorara la vida.

      Si no se quiere cambiar y se puede evitar, se evita el cambio.

      Pero descubrir que después de un penoso final pueden aparecer novedades que mejoren el pasado es solo cuestión de abrirse al cambio.

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  3. El Hope es como un museo de arte. Muy innovador. Me gusta la pose de esa rubia, en la playa. La postura, con esa tension, es magistral.
    Ilustra muy bien lo que dice la mujer que toma vino blanco. Aunque lo de tratarlo de llorón es un tanto duro, lo de los comienzos disfrazados de finales, es algo para escuchar.

    Buena entrada.

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    1. Demiurgo: Esa es la idea inicial de la parte gráfica. Ir mostrando todo lo que internet nos aporta en cuestión de arte.

      Le trata de llorón porque primero se queja de que las cosas marchan mal y luego se queja de que lo que marchaba mal se ha acabado. ¡¡ Es un llorón !! jajajajajajajaja

      Detrás de cada final (exceptuando la muerte, evidentemente) aparecen nuevas posibilidades, el que se sea capaz de aprovecharlas depende de cada cual.

      Gracias.

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  4. Comenzar y acabar algo siempre es doloroso por igual.

    Saludos,

    J.

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    1. José: Fujatetu que a mi los comienzos siempre me gustan (si fueran dolorosos no seguiría por esa senda).

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  5. Me encantan esos vuelcos al final tuyos.

    "Café latte". Me hace acordar a mi laburo. Clickear ese botoncito en una pantallita llena de grasa y dedos marcados, para que los señores de la 22 disfruten de su comapañía y algo calentito también. No olvidar: alcohol en gel antes de servir.

    ¡Besos con miel!

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    1. Miel: La verdad es que me salen solos. Muchas veces los finales son añadidos de justo en el momento que estoy escribiendo.

      A mi café latte me recuerda la manera de conseguir un café con leche similar a los de casa cuando estoy en países de lengua inglesa (Gran Bretaña, Australia, Usa).

      Compañía y algo calentito es una buena manera de pasar un buen rato con cosas buenas.

      ¿Alcohol en gel?

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  6. No me gustan los llorones en este sentido, sí quién llora porque algo le emociona. A mi lado quiero a esa gente que sale de casa sin paraguas y no se queja ni aunque le caiga el diluvio universal.

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