.

.

domingo, 27 de mayo de 2018

nos rodean los listos


Jota había colgado en las paredes a la bañista de rojo del Nelson como homenaje a la mejora de la temperatura. Suena el Ibáñez y las palabras para Julia de Goytisolo.

Pito lee en la mesa redonda. La mujer cargada de bolsas entra, las reparte por el suelo y pide un vino blanco.

¿Y esa cara? pregunta.

El personal. Me cansa. (pausa). Ese tío de la mesa cercana ha arreglado educación, justicia y la crisis económica en los últimos siete minutos. De un momento a otro empieza con el paro. La joven del móvil le está diciendo sin asomo de duda lo que debería hacer su amiga en la relación con su novio. El medio trompa de la barra ese que está solo, le susurra -eso si a gritos- al camarero el método infalible para ligar.
... y aquí estoy yo. Intentando vivir mi tiempo en la tierra de la manera mas confortable posible, haciendo esfuerzos por no apartarme del camino, aceptando que las situaciones no acaban siempre a mi gusto.
¿Por qué no me reconfortará estar rodeado de tanto listo?


Una cosa te voy a decir, aunque no dudo de que ya lo sabes, hay veces que para vivir hay que echarle mucho coraje. No por la vida en si, por la gente.




14 comentarios:

  1. Incluso a veces descubres que esos listos... no lo son tanto. :D

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nieves: Una vez descubierto lo que dices ya estas preparada para mantenerlos alejados.

      Eliminar
  2. Demostrar conmiseración por los listos y los soberbios, es grandeza espiritual. Bienaventurados sean.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Julio: Eso le digo yo a los listos y soberbios pero no hacen ni caso y siguen arreglando el mundo sin arreglar nada.

      Creo que nadie me incluyo nunca en la lista de bienaventurado. No me ha quedado mas remedio que aventurarme bien por mis propios medios.

      Eliminar
  3. Respuestas
    1. Alicia: Apuesto poco a no ser que sea sobre la lectura o no del Ulisses, pero me atrevería a hacerlo sobre que tu usas ambos los dos métodos.

      Eliminar
  4. Es una interesante pregunta. Me parece que incluye un indicio de respuesta.
    Bien contado.
    Que gusto tan artístico se revela en los cuadros que cuelgan.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Demiurgo: Ya sabes Sartre dijo aquello de que el infierno son los otros. Y hay algunos "otros" que se empeñan en darle la razón.

      Al empezar en el mundo blogguer me empeñé en que la parte visual fuera lo mejor que pudiera ser. Básicamente para contrarrestar la parte escrita.

      Eliminar
  5. Siempre que paso por este Hope con terrazas y mar me fijo si hay música, si no la conozco la busco. Suena un tema interesante.

    Y sí, los listos que arreglan el mundo en dos minutos están en todos lados, y cansan. Eso si se les presta atención.

    ResponderEliminar
  6. Eme: La ventaja de un Hope virtual es que le puedes colocar donde quieres y con la distribución que te venga en gana. Yo he visto muchos Hopes en mis viajes. Uno que me impacto mucho estaba en una ciudad pequeña alemana de interior. Pero con su distribución, dejando la plaza que realmente tenia delante y eliminando el edificio contiguo y colocando allí un paseo marítimo se podría ver este mi Hope.

    Paco Ibáñez canta a poetas. Con esa voz triste y poco dotada fue mi acompañante durante mis años universitarios. Repartiendo mis horas de música con Paul y Art, Cat Stevens y alguno mas.

    Están en todos lados pero nunca arreglan nada. Hay que saber huir de ellos.
    Tu método -no prestarles atención- está entre los mejores. Sobre todo porque dispararles no parece que vaya a ser legal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Guille: ¿Cómo que dispararles no era legal? Ufa, arruinaste mis planes.

      Eliminar
    2. Eme: Eso me ocurrió a mi. Tuve que vender de saldo todo el armamento que había acumulado. Los tirachinas los vendí por el 10% de su precio. Los tres boomerangs por el 50%. Los adoquines los volví a colocar en su sitio.

      Eliminar
  7. …. y el mundo es de los tontos...

    ResponderEliminar