Iba a ducharme y pensando en mi aventura mañanera, caminé por el piso y me asomé a la ventana asimilando las sorpresas que la vida te da.
Está mañana he decidido ir a pescar. después de un ratito me he dado cuenta que no conseguía que picaran porque el cebo era malísimo.
Cogí camino de vuelta y en el sendero ví a una de esas serpientes venenosas a full con una rana ya muerta en la boca. No había empezado a tragarsela. Recordé que las ranas dan buenos cebos, pensé que con una rana en la boca no podía morderme. La cogí por detrás de la cabeza y le robe la rana. ¿Como la suelto sin que me muerda?. Abrí mi bolsa de artículos de primera necesidad para ir de pesca y saqué mi botella de Jack Daniels. Se la metí en la boca y se le vacíe la mitad. Giró los ojos, se relajó. La llevé al río, la deje en el agua y me fui a mi rincón preferido a pescar. Con los cebos de rana picaban.
Fue cuando noté un roce en la pierna. Era la jodida serpiente...
...en la boca llevaba dos ranas.
La imagen de abajo es mi amiga Matilde cuando le conté la aventura.
Esa rana me quiere recordar un programa cutre de la televisión única en los años únicos.
ResponderEliminarSaludos
Erik: Si, recuerdo esa rana.
EliminarYa tu sabes que todos los años son únicos.
Esa serpiente sabe mucho...
ResponderEliminarUn beso, Guille.
Carmela: Parece que es un poco festivalera...prefiere beber que comer.
Eliminar..o sabe que comida se la busca, y esa bebida se la da "esa" humana del borde del rio.