En las paredes, mujeres. La oferta un tinto australiano Jacob's Creek mezcla shiraz y cabernet. Suenan canciones de la Williams. La parroquia colocando prendas en los respaldos de sus asientos con eso de que los cambios bruscos de temperatura hacen que se salga de casa cual cebollas, con varias capas.
Un momento de calma, solo suena muy bajo Lucinda.
Desde la esquina se oye la voz de la mujer que habla por telefono...
"Una cosa te digo, si se enamoró de tus alas que no intente ahora cortártelas".
Pero así pasa. No vaya a ser que otro se enamore también de esas alas.
ResponderEliminarÁngeles: Cuando llega ese momento es cuando hay que utilizarlas para huir de quien aspira a cortarlas.
EliminarNunca he entendido el complejo de demiurgo que gastan algun@s; si alguien te gusta, te gusta tal y como es, no como lo quisieras crear. A no ser que seas el doctor Frankenstein...
ResponderEliminarAlicia: La manía de hacer que todo se parezca a un prototipo en lugar de celebrar las diferencias.
EliminarLo puse hace tiempo en esta casa, si te gusta el Che no le afeites la barba.
Jo, eso suele ocurrir, y nunca he entdendido porque terminan queriendo cortar lo más hermoso de uno
ResponderEliminarBesitos
Nieves: No se explica que les hayas gustado y luego intenten cambiarte.
EliminarMe ha encantado la puesta en escena: MAGISTRA, lo mismo que la respuesta que han dado por teléfono.
ResponderEliminarTracy: Gracias. La respuesta es una forma de encarar la vida. Mi forma de encarar la vida.
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