Llovían chuzos de punta al entrar en la pequeña galería de arte del pueblucho. Me fijé que justo enfrente -en la estación- un joven aguantaba estoicamente el chaparrón solo protegido por su paraguas.
Disfrute de la mezcla de arte que proponía el local que incluía algún Van Hove. Al salir crucé hasta la cafetería de la estación, un latte calentito era adecuado para la inclemencia del tiempo.
Vi llegar un tren.
Vi bajarse a una joven con un bolso.
Vi como se quedaba parada delante del chico.
Y les oí.
* ¿Y tú qué haces aquí?
* Te esperaba.
* ¿Pero cómo coño te las has arreglado para saber a que hora llegaba?
* No lo sabía. Me he plantado en el andén y me he dicho "está bien, cuento hasta diez y si no llega me voy"... y has llegado.
* ¿Y hasta cuánto has contado?
* Sietemilsetecientosdiecisiete.
Qué bonito!!
ResponderEliminarMás que contar, la paciencia es la que tiene premio. O la perseverancia. O la confianza en que ocurrirá lo que deseamos. O...
¿Qué le voy a hacer? Me gustan los finales felices. Tal vez para compensar la vida.
Un abrazo. Hoy también un beso
Alís: Es que hay personas en el mundo mundial por las que vale la pena esperar.
EliminarEn mis historias -normalmente- todo acaba en favor de mis protas. Tienen un dios amable que les coloca en las situaciones más favorables.
Como la vida misma, vamos...
EliminarAy, si el dios que dicen que existe fuera tan amable como tú, mejor nos iría a todos.
¿O será que no nos considera sus protas?
Alís: La vida misma nos da cantidad de situaciones que podemos considerar favorables para disfrutar. Pero hacen falta dos cosas: Saber reconocerlas y saber disfrutar.
EliminarNo existe. Que nos vaya mejor depende básicamente de poner algo de actitud.
Ainsssssss... entre tus letras y esa imagen final... sí alguien hace eso, si te responde de ese modo, lo mínimo es abrazarlo...y no soltarlo por un laaaaargo rato.
ResponderEliminarMi alma romántica no tiene cura... un beso de buenos días.
AlmaBaires: Creo que eso es lo que esperaba quien esperaba. Un abrazo laaaaargo.
EliminarHay cosas que no tienen cura que -además- no se quieren curar.
Mucho retraso para el tren. Seguro que era un andén andaluz.
ResponderEliminarMelita: El tren no llega con retraso. El joven no sabía qué tren iba a coger la chica y se ha ido a la estación a cubrir todas las posibilidades, igual antes del de ella han pasado tres o catorce.
EliminarPero parece que le valía la pena.
ayyyyy Guille! el amor tiene paciencia grande...
ResponderEliminarque lindo es cuando la espera tiene su recompensa y se materializa con ese gran abrazo.
Con ese peazo final.
y que llueva lo que quiera...
mukali: Yo soy el gran "esperador" del mundo mundial.
EliminarA veces -no todas las que desearía- tengo recompensa.
A veces -no siempre- para conseguirla tengo que hacer viajes de múltiples transferencias.
Para esos finales siempre vale la pena.
Es precioso Guille ˆ-ˆ
ResponderEliminarUn saludo.
Lovelyriam: El valor de los detalles simples.
EliminarOh! Me encantó, que tierno...
ResponderEliminar7717 besos ( te los has ganado con esta entrada) 😙
Laura: Puedo dar fe de que hay personas que hacen eso y cosas parecidas.
EliminarMira tu, con un poco de suerte me toca uno en la vida real.
Pd: Beso adulto, de esos que se dan en los labios.
Un chico paciente.
ResponderEliminarBesos.
Amapola: Y con premio.
Eliminarrepetira.
¿Y quién no ha contado hasta diez sobrepasandose? 😏
ResponderEliminarBrindemos por esos amores pacientes
💋
Adel: Yo si.
EliminarEs una de las cosas que merecen un buen brindis.
Esta entrada la has repetido y me ha encantado volver a leerla
ResponderEliminarodalys: Nuevos lectores, nuevos comentarios
EliminarQue paciencia madre mia xD
ResponderEliminarIkana: Cuando vale la pena, tu ¿no la tendrías?
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