Estaba justo debajo de la foto de la bañista relajada. Parecía pensativa.
Le dije ¿bailas?
Dijo: Algunas cosas se quedan (montañas, penas, eternidad).
La mire.
Le conteste: Algunas cosas vuelan (pájaros, horas, sueños).
Me miro ¿y?
Lo juntamos -le dije- la montaña para los pájaros, las penas unas horas. Los sueños la eternidad.
Me sonrió. Bailamos.
¡Qué bonito! Yo también he sonreído.
ResponderEliminarÁngeles: Otra que hubiera bailado con mi prota.
EliminarQue fácil les monto la vida
...y lo que me cuesta a mi.
Es lo que suele pasar, Guille, y para eso precisamente están los cuentos; ya sabes, aquello de la catarsis.
ResponderEliminarDe todas formas, yo particularmente, antes que bailar con tu prota prefiero sonreir con tus palabras :)
Ángeles: Ya que no domino la vida (del todo) por lo menos crear mundos generosos para sus habitantes.
EliminarPues solo me queda decir que me encantas tus preferencias.
Bailar con alguien se me antoja una fase bastante avanzada...o seré yo que soy así de rara.
ResponderEliminarAlicia: Cuando -ya hace mucho, pero mucho tiempo- yo era joven en años (de actitud todavía estoy en ello) el "¿quieres bailar?" en mi caso "¿bailas?" era el principio.
EliminarPero basta de rodeos, quedas ya de manera definitiva añadida al equipo de "así de raras".
Apunta otra para tu prota, yo también me hubiera apuntado con esa respuesta. Mira, me pueden las grandes respuestas y la sensibilidad.
ResponderEliminarConxita: Es que mis protas están diseñados para triunfar.
Eliminarjejejejeje
La facilidad para dar con las palabras precisas consigue muchos apuntes.