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lunes, 1 de abril de 2019

mary oliver




En este universo se nos dan dos regalos: 
La capacidad de querer y la de hacer preguntas.

Que son, al mismo tiempo: 
los fuegos que nos calientan 
y los fuegos que nos abrasan.




21 comentarios:


  1. Las preguntas las carga el diablo.
    Y lo digo por impulso, de guata (qué dicen en Chile), bien de adentro y contradiciéndome, sobre todo porque en mis dos profesiones se trabaja con preguntas. Es decir: vivo de ellas.
    Justamente hoy la entrada de Laura lo demuestra.

    ¿Besos?

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    1. Alis, podríamos juntarnos los tres y preguntarnos la vida entera.😍
      Con vosotros, me encantaría responder.

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    2. Laura: hay que responder.

      Hay que saber preguntar.

      Me encanta que ten encante responder, dijo el preguntón.

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    3. Laura, no me cabe duda de que una junta de los tres sería interesante y nos regalaría muchas risas. Eso sí, pongo la misma norma que tú: contesto hasta donde quiero.

      Nada me molesta más que sentirme forzada a responder lo que no me apetece. Y me molesta porque algunas he acabado contando lo que no deseaba. Sin duda, eso habla no necesariamente de la capacidad del preguntador, sino más bien de su insistencia.

      Del encuentro, quién sabe, tal vez en uno de mis visitas a España, si os animáis a viajar...

      Besos, bella

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    4. Alís: Todo lo que regala risas es bienvenido.

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    5. Alis, oh! Una xuntanza de los tres. A mi no me importa viajar (al contrario) preguntale a Guille.... 😜

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  2. Alís: Yo creo que preguntar es fundamental ¿cómo aprender sino?

    Cuando me interesa alguien suelo coserle a preguntas. ¿Cómo conocer sino?

    Me gusta la gente curiosa, la gente curiosa pregunta ¿Cómo satisfacer la curiosidad sino?

    Yo creo que las preguntas pueden ser rechazadas, lo que viene cargado son las respuestas.

    Me gustan -mucho- las personas que responden. Para encontrar los fuegos que calientan me atrevo a arriesgarme a toparme con uno de los que abrasan.

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    1. En realidad, cada vez estoy más enamorada de las preguntas que de las respuestas.

      Soy mujer, gallega, periodista y coach... la curiosidad y las preguntas forman parte de mi ADN y de mi historia vital. Y pese a ello me considero muy respetuosa del metro cuadrado de los demás. Cierto que a una pregunta siempre le sigue o no una respuesta, pero las preguntas no son tan inocentes: tienen intención, tienen carácter, tienen virtudes y defectos, tienen respeto o falta de él, pueden ser tendenciosas o altruistas... todo un mundo en cada pregunta.

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    2. Alís: Básicamente las preguntas son un querer saber. Los intereses de saber de cada persona son diferentes. Eso es lo que hace que A pregunte lo que le interesa a B, y B no ve nada interesante en la pregunta.

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  3. Te responderé hasta donde quiera...
    Otro deja vu...
    😄

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    1. Laura: Siempre de siempre jamás solo se responde hasta donde se quiere.

      una de las habilidades de quién pregunta es conseguir que la persona preguntada quiera mucho.

      Yo para ti ya tengo dos preguntas: ¿Qué piensas de mi? y ¿Me quieres?
      el cabroncete sonríe.

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    2. jajajaja empezamos bien. Paso de ti

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    3. Laura: Es lo normal en mi vida.

      Con lo detallista que yo soy y no existe en el mundo mundial nadie del que pasen más.

      Ya no apunto la tercera pregunta ¿dime algún defecto mio? Se que es difícil encontrar alguno, pero prueba.

      jejejejejejejeje el cabroncete anda suelto.

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  4. El regalazo son las respuestas cuando vienen de la boca deseada.
    Pero sí, estoy de acuerdo con Oliver,
    preguntar y querer son dos verbos imprevisibles, dos fuegos que hay que saber controlar.

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    1. mukali: Si haces las preguntas adecuadas las respuestas pueden cambiarte la vida..... a mejor.

      Preguntar y querer. ¿Se puede vivir sin hacer esas dos cosas?

      Hay imprevistos que me encantan. Hay fuegos que me atraen.

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  5. La de querer me parece genial, incluso sin ser correspondido/a/e, la de hacer preguntas (que yo soy rollo Gestapo) no siempre acaba bien, aunque una vez asumida la respuesta, se agradece la verdad por muy dura que sea.

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    1. gemmacan: Hay que querer.

      Hay que preguntar.

      Lo que recibas como respuesta en ambos casos ya no depende de ti.

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