Se tumbó en su tatami, forrado de rojo pasión, intentado apartar de su cabeza todas las frases que había estado oyendo todo el día, durante toda la reunión. Los mismos tópicos generalistas, las mismas generalidades tópicas. Le parecía evidente que la falta de pensamiento independiente seguía instalado entre sus antiguos compañeros de insti.
No meditan lo que dicen, sólo repiten ideas prefabricadas por otros, pensó.
No meditan lo que dicen, sólo repiten ideas prefabricadas por otros, pensó.
Lo que les interesaba es si habían cerrado un acuerdo, si habían mejorado su sueldo. No parecía que buscaran la excelencia, solo medrar para conseguir colmar ambiciones que se miden por el dinero, no por el conocimiento, pensó.
Todos en el encuentro de antiguos alumnos con la misma cantinela, ellos haciendo gracias sobre su evidente mayor anchura en la zona del cinturón y su imparable pérdida de pelo.
A ella le molestaba que cuando criticaban lo que les rodeaba nunca se incluían a ellos mismos. No, ellos estaban por encima del bien y del mal. De forma milagrosa el curso del 90 se había salvado de sucumbir a cualquier clase de tentación.
Miraba al techo, intentaba relajarse. Y recordó al más dotado para la rebelión. Al compañero que se pasaba el mismo tiempo en el aula y en la puerta del despacho del director. Al ocurrente que sacaba un punto de humor de cualquier situación. Había llegado tarde, como siempre, y se había mantenido bastante apartado.
Miraba al techo, intentaba relajarse. Y recordó al más dotado para la rebelión. Al compañero que se pasaba el mismo tiempo en el aula y en la puerta del despacho del director. Al ocurrente que sacaba un punto de humor de cualquier situación. Había llegado tarde, como siempre, y se había mantenido bastante apartado.
Al final a punto de marcharse se acercó a él y le preguntó por su vida y se encontró una sonrisa.
"Ayer fue un gran día. Me ha llegado desde Internet. Un mail que me hablaba de belleza y de la importancia de alguna presencia que te mejora la vida. El martes una invitación a comer, con una conversación que por momentos llegó a entusiasmarme, que me tuvo la sonrisa colgada de la cara durante horas. El lunes una visita esperada que por fin alcanzo mi casa pasadas las doce de la noche, ¡Y todo la misma semana!"
Sobre el tatami, ella miraba el techo, se veía como en una escena de película que pasaba de primer plano a plano general cenital. Y quería convencerse que conseguiría ser como el “trasto” que prefería una conversación a un contrato, una sonrisa a un ascenso.
Tomo nota: nueva característica a buscar en el personal que me rodea: que esté dotado para la reVelión.
ResponderEliminarLas de: que sepa valorar los detalles como correos que hacen saltar chispas, invitaciones a comer, charlas que por momentos entusiasman y visitas pasada la medianoche...ya las tenía anotadas.
PD: ¿Curso del 90? Que cerca has andado...y me parece que fue ayer...
Alicia: Que alguien este dotado para "eso" es una característica que imprime carácter.
EliminarMe parece que tu lista de ya anotadas debe ser larguísima.
Pd: Bueno es saber -aunque sea por aproximación- detalles tuyos.
El valor de las cosas simples.
ResponderEliminarLinda manera de contarlo.
Eme: La vida es una suma de cosas simples.
EliminarSaber concederles el valor que tienen equivale a saber vivir.
Gracias.
A veces revelarse y rebelarse se parecen mucho, además de como se escriben.
ResponderEliminarSaludos.
Demiurgo: Y a veces se suman, como en el nombre de mi blog, que se sumerge tanto en la rebelión que la escribe con "v" para desafiar las reglas.
EliminarDe esas pequeñas cosas me nutro cada día ...y a veces me sorprendo aletargada cuando recuerdo a algunos de los que me rodean y cuentan sobre el último modelo de carro o de Tv grande o el precio de las casas .....he llegado a olvidar un poco las cifras ,no me gustan .....sólo sé que me gusta mi sofá donde veo mis pelis o escribo un comentario en tu blog ...adoro el momento de dar de comer a los gatos del barrio que vienen a parar a mi puerta ...en fin mi vida tan simple y tan amada por mi me encanta
ResponderEliminarOdalys: Saber valorar lo que importa por encima de lo que vale es algo recomendable ¿verdad?
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