sonrisas

Ella se miro al espejo y sonrió. Hoy podría ser el dia.

Mientras, muy lejos de allí, la jovencita volvía a casa después de una fiesta que se había alargado de puro divertimento hasta que la madrugada ya clareaba.

Después de la ducha, todavía desnuda, se paró ante el cajón de la ropa interior. Dudaba, ¿si o no?

Entró en casa sin hacer ruido, no quería que detectarán su hora de regreso. Entró en su dormitorio, y se quitó la ropa despacio, entreteniéndose en cada pieza.

Se puso el vestido rojo, eso estaba decidido desde el primer momento, se pegaba a su cuerpo. Le gustaba lo que eso provocaba en quienes la miraban. En lo que le provocaba cuando la miraba.

Decidió dormir desnuda, hacía un calor pegajoso, por pura rutina pulso el botón del ordenador. Se tumbó en la cama, boca arriba, con la cabeza colgando, cerró los ojos y permitió que todo el cansancio acumulado es esa noche de no parar le aplastara contra el colchón.

Conducía escuchando el cd que se había grabado con sus canciones favoritas, en ese momento sonaba el “Anna e Marco” de Lucio Dalla.

Tuvo un presentimiento, y se obligó a abrir los ojos e incorporarse. Si, tenia un mensaje. Era de él, decia "Me gusto besarte"
Ella sonrió.

Aparco, cruzó la calle sintiendo cierta excitación. Le vio, estaba sentado en la mesa de la ventana. Entró en el café y se dirigió en su dirección. "Hola-Hola", y se sentó. Entonces él movió su silla, se aproximo, le puso la mano derecha en la mejilla y la besó muy suavemente, solo después de un tiempo, que a ella le pareció una eternidad, la lengua rozo -solo rozó- sus labios.
Cuando se apartó, ella sonreía.