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lunes, 9 de julio de 2018

sino inmejorable



El nuevo café del paseo marítimo estaba frente al mar. Tenía una gran cristalera que daba directamente a la playa, un suelo de madera oscura, sillas cómodas y mesas amplias. Buen gusto para la música (Lucinda, Leonard, las cosas menos conocidas de Dylan...).

Sentado solo en una mesa junto al ventanal el hombre del vaso de vino blanco había dejado el libro y observaba todo lo que sucedía.

En la mesa del fondo un grupo de treintañeras se habían bebido ya medio océano, y no dejaban de añadir botellas a su arsenal. Pero al llegar habían tenido el detalle de apagar sus respectivos móviles (algo totalmente inusual, hacer caso a las personas que tienes delante y no al aparatito). Y no habían parado de hablar ni de reír.

Por delante del ventanal paso una patinadora moviéndose al ritmo de la música que escuchaba.

El mar estaba calmo, azul, precioso, invitando a que te sumergieras en su color. El velero navegaba cerca de la playa.

Bebió un sorbo, saboreo la sensación.

En la mesa de la esquina una mujer atractiva de unos cuarenta y pocos hablaba por su móvil "las bragas eran de la talla adecuada, me quedan fenómeno. Ya te las enseñaré.  La agenda un poco más grande que la otra. ¿Tomaremos un vino este viernes?".

De la mesa de las mujeres llegó otra carcajada colectiva.

Llamó al camarero, le pidió otro vaso de vino. El chico preguntó "¿Todo bien?"
"Porque me falta “mi” ella aquí, sino inmejorable".






12 comentarios:

  1. No sé si te has dado cuenta, pero "sino", aparte de conjunción adversativa, es también en la tradición clásica la fuerza desconocida que obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos, lo que ahora algunos llaman "destino".

    Así que así leído, el destino de tu prota es inmejorable, porque la fuerza desconocida que obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos, lo empuja a las bragas de esa mujer de cuarenta y pocos (¿Seguro que pocos?) que ¡ups! habla con él por el móvil. Menos mal que no estaba en el grupo de treintañeras (¿Treinta muchos o treinta y pocos?) que no hacían caso al aparato, porque de lo contrario la conversación no habría sido posible. Lo cuál viene a demostrar que no siempre hay que tenerlo apagado como las treintañeras de la mesa de al lado. Que hay, y debe haber, momentos para todo.

    PD: No sé porqué he imaginado las bragas azules. ¿Será porque has llenado la entrada con ese color y me da que eres de los que no deja que ningún detalle obedezca a razones ajenas a ti?

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    1. Alicia: Dejemos el sino en la conjunción esa. No acabo de creer en el destino. Creo en el azar y en las decisiones que tomamos cuando nos roza.

      La mujer de los cuarenta y pocos (creo que eso es hasta los 48, los 49 ya son cuarenta y muchos) no habla con mi prota, si con un hombre evidentemente afortunado (y listo, acierta con las bragas y solo falla con la agenda, que seguro está menos interesado en que se la enseñe).

      Las treintañeras son varias, habrá de todo.

      ¿Has visto algo mas patético que una mesa de amistades ignorandose y dedicado todo el personal a su móvil?

      Pd: Me gusta el azul. Me vale el azul como color de las bragas de está entrada.

      Pd2: Tu comentario tiene peso de entrada. Muy completo, muy detallado.

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  2. me encantan las que apagaron sus móviles ...hoy he pasado un día de piscina cerveza ,música y buenos amigos y cero teléfono ....y ha sido magnifico ......

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    1. Odalys: Si se queda con alguien es para hacerle caso, no para estar a su lado mientras se atiende a quien está apareciendo en el móvil.

      Si, parece un plan magnifico.

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  3. Hasta en los momentos más azules puede faltar algo (alguien) que los haría perfectos e inmejorables. Pero está bien, así siempre tenemos ilusiones que cumplir y sueños que soñar.

    PD: me ha gustado mucho la descripción del panorama a través del ventanal.

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    1. Ángeles: a mi, siempre -de siempre jamás- lo que hace inmejorable algo es "la" persona.

      Pd: ¿Como no hacer esa descripción con esos dos cuadros?

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    2. No es la mera descripción de lo que se ve, sino la forma de hacerla.

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    3. Ángeles: Normalmente, aunque no siempre, cuando para escribir me baso en un estimulo visual la primera versión escrita es la que queda. En otras palabras, sale lo que me sale.

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  4. Qué linda entrada, de esas que me hacen poner morada.


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    1. Eme: Yo creo que escribes muy bien, y también creo que te pones morada porque sabes que con ese tono estas -mas- guapa.

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  5. Todo un clima de celebración, en que los celulares se apagan en el momento adecuado. Y se prenden para comunicarse.
    Bien contado.

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    1. Demiurgo: Lo de los celulares es todo un detalle.

      Sin despreciar lo útiles que son para poder contactar a alguien (pero no hablar con quien no está ignorando a quien comparte mesa con nosotros).

      gracias.

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