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domingo, 1 de julio de 2018

un tipo nuevo en el café



Le gustaba el café que había encontrado y los momentos que pasaba en el.
Estaba en la plaza del pueblo (grande, cuadrada, sin coches). Era rectangular con una fachada acristalada de unos siete metros, donde estaban colocadas las primeras mesas. Una barra larga en uno de los laterales, a tres metros de la entrada y de una longitud más menos de cinco metros. Lo que dejaba una parte de atrás que era un cuadrado de siete por siete para sofás, sillones y otras mesas.
En las paredes cuadros que eran cambiados periódicamente (estos días unos de mujeres en piscinas) había conexión wifi a internet y algunos clientes estaban con sus portátiles. Algunos eran habituales. En el cuadrado de atrás la luz provenía de un ventanal de suelo a techo que daba a un patio,

Solía ir a media tarde con algún libro, pedir un vino blanco o un café (según la hora del día). Pero últimamente no leía nunca, era mucho más interesante escuchar las conversaciones ajenas, que llegaban volando a sus oídos, siempre incompletas, siempre permitiéndole acabar imaginando sus continuaciones.

Dos cuarentones: "Los hombres casados viven más" "¡Que va! lo que pasa es que el tiempo se les hace más largo"

Dos amigas treintañeras: "El matrimonio para toda la vida es un anacronismo. Fue inventado por personas con una esperanza de vida de 25 años"

Una atractiva mujer a su acompañante: "Espero poder librarme de mis temores y no volver a negarme a vivir"

Por la noche, sentado en su casa, recordaba lo entretenida que estaban siendo sus visitas al café.
Pero en su cabeza seguía bailando sin querer desaparecer aquella frase "...no volver a negarme a vivir". Lo impresionaba que ella misma se diera cuenta de que había pasado una época negándose esa oportunidad. Algo en lo que él no quería caer.


4 comentarios:

  1. Por lo menos se ha dado cuenta, lo que ya es un gran paso, me parece.
    Aunque cada vida es distinta y lo que sirve para unos puede no servir para otros, escuchar con atención las historias que nos rodean, como hace tu personaje, puede enseñarnos mucho.

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    1. Ángeles: Es un gran paso. El primero de muchos.

      Escuchar con atención enseña. Y aprender ayuda a bien vivir.

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  2. Escuchar alrededor permite aprender(nos) a nosotros mismos.
    Por eso me gusta frecuentar este café. ¡Ah!, y porque el vino es muy bueno. Pero hasta con agua estaría bien.

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    1. Alicia: Quien sabe escuchar se reconoce en lo que le gusta que oye y en lo que no le gusta.

      En el Hope todo lo que se sirve es de calidad excelente.

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