Epílogo
Adam Vetterano estaba en el año de su jubilación como policía. Todavía estaba desayunando en casa cuando recibió la llamada del comisario, su jefe, su amigo. “No vayas a la comisaría, pásate por fantasiland - “una zona de chalets de lujo que acabó quedándose con ese mote popular” - los vecinos han llamado por lo que parece un robo.
La casa había sido asaltada durante el fin de semana, cuando Adam llegó la policia científica intentaba encontrar huellas en la cocina, la ventana del cristal roto...
El propietario sentado en una silla de mimbre, en el salón, tenia los ojos clavados en las dos paredes que tenía delante.
El veterano le pregunto a la novata "¿Que se han llevado?".
"Parece que nada, eso dice el dueño. Han comido algo de la nevera, han dormido en las camas.Solo han roto el cristal para entrar".
Ya se dirigía hacia la salida cuando el agente mayor siguió "Bueno ¿y eso?".
Ella se volvió y miró a la pared que tenia focalizada la atención del propietario.
Un póster con un hada y la frase “Las hadas existen” estaba en el centro, a su lado habían pintado una frase en azul cobalto; ”Las niñas ya no quieren ser princesas"
En la pared que le hacía esquina, con pintura roja y debajo de la imagen poderosa de Rosa Parks; ”No dirigiréis mi mundo, ni ahora ni nunca”.
La de las princesas es del Sabina dijo la joven.
El comisario se acercó a su amigo, no sabia que hacer, porque el propietario del chalet quería retirar la denuncia del asalto, el delito parecía claro y ellos ya habían recogido pruebas. Era verdad que el aviso llegó de los vecinos al ver la ventana rota, no del dueño.
"No es nuestra costumbre dejarlo correr" casi susurró. Se dirigió a la agente femenina "¿Que habéis encontrado en las habitaciones?"
"En el dormitorio principal la cama usada, un poco de sangre en la sabana, restos de lo que puede ser semen, unos platos en el suelo con algunas migas de queso, una botella de vino Roda I (muy bueno) vacía, dos copas, en una quedaba un poco"
"¿Y?"
"En el principal, nada mas. En uno que parece de adolescente por los pósters, ya sabes Taylor Swift etc. También la cama usada, también restos de fluidos”.
El comisario miro a su alrededor, las pintadas, los pósters, el propietario sentado y ahora fumando, la agente femenina siempre dispuesta, siempre rápida con ganas de ganarse la estima, y recostado en la pared su agente mas veterano, que solo miraba al hombre del pitillo.
“¿Tienes algo que decir?"
Vetterano le miró, sonrío ligeramente, y imitando el susurro de su jefe, su amigo, contestó "Pues no se me ocurre nada original, señor”
El comisario (con media sonrisa por el toníllo de la palabra “señor”) salió de la habitación hacia la cocina, la joven policia le siguió, pero se paró en la puerta al notar que su compañero no se había movido.
Adam se acercó al hombre sentado arrastrando una de la sillas, se sentó casi tocándolo.
"¿El chico o la chica?"
El hombre levantó la vista y pareció que era la primera vez que veía al policia.
"La chica"
"¿Lo de las hadas es un código o se refiere a algo en concreto?"
"A su madre, siempre dice que su madre es un hada benéfica que yo no supe valorar”.
"¿Cuanto tiempo separados?"
"Dos años, me fui yo. Con una mujer mas joven que ella. Creo que mi hija me odia"
"Lo de las princesas esta claro"
"Yo la llamaba mi princesa, ella me decía la frase de Sabina, me decía que seria protagonista de su vida, no la esposa, hija o madre del protagonista. Que no esperaría un príncipe que al final resultara como yo”.
"¿Y lo de no dirigiréis mi mundo ni ahora, ni nunca?"
"Supongo que no piensa hacer caso de cualquier cosa que le diga, ni ahora que es menor, ni mucho menos en el futuro. El póster da alguna idea”.
(Pausa)
"Dígale al comisario que es su hija, que rompió el cristal porque no tenia la llave. No hay delito, la casa es de la familia. Se llevara usted una bronca por la movilización, pero cerrara el caso”.
El hombre ahora miraba con atención al veterano.
"Muchas gracias"
"De nada, ¿que edad tiene?"
"17"
El policia se dirigió a la puerta, se paró al llegar a la altura de su compañera y se giró para hablar al hombre que ahora se levantaba "La frase de ni ahora ni nunca es de una canción de Bob Dylan”.
Los dos se miraron un momento, los dos sonrieron.
"Ultima pregunta ¿Como se llama su hija?"
"Sara"