Iba pasando la tarde, estábamos en casa de Obdulia, que leía en la terraza. Pito -tumbado en el sofá- ojeaba una revista.
"¿Que haces, Pito?" preguntó ella.
"Estudio detenidamente la foto de una camiseta que me parece interesante" le contestó él. "¿Y tu?".
"Leo un libro que me entusiasmo a los veinte y que ahora no me dice nada".
"Si a los cincuenta vieras el mundo como a los veinte habrías desperdiciado treinta años de vida".
"¡¡ ¿Que dices de cincuenta? !!"
"Bueno, cincuenta y uno".
"Cuando te vayas solo te echare de menos un poquito".
"Vale, dieciocho, dieciocho si tienes, ¿no?"
Así iba pasando la tarde.