Uno; llegué al Hope bastante tarde. Ya casi no quedaban clientes. tengo que elegir entre la mesa debajo del cuadro de la bufanda o la de mujer con gato. Elijo la segunda opción que hay menos ropa.
Me vino a atender la camarera que me gustaba.
Dos; ¿Que te apetece tomar?
Por apetecerme, ¿tu estás en el menú?
No, soy de cocción lenta.
Entonces un Cosmopolitan.
Tres; Su bebida roja, caballero.
Me han llamado cosas peores.
No lo dudo.
No pareces mujer de muchas dudas.
No lo dudes.
Cuatro: Señal para que se acerque.
Cinco; Repito.
¿Otra bebida roja?
Soy de lealtades longevas, fijatetu que a los veinte me gustaban las mujeres de veinte y ahora -pasados los cuarenta- siguen gustándome las de veinte.
Que pena, no soy tu tipo, tengo treintaydos.
Fijatetu que soy tan inconstante que a veces traiciono mis lealtades sin remordimientos.
Seis; Me la imagino en la barra como clienta, corto mis pensamientos. Señal para que se acerque.
Siete; Quiero la última copa. ¿Que color me recomiendas?
¿Alguien pide las bebidas por colores?
Yo.
A ver si eliges uno que sea difícil.
Vale, uno igual al color de tus bragas.
Ocho; Volvió y me puso una copa preciosa delante, me sonrió, me guiñó un ojo y volvió a la barra. La copa era preciosa, pero estaba vacía.
Nueve; Señal para que venga.
Diez; ¿Que se come con esta bebida?
Pide y se intentara complacerte.
¿Lo que quiera?
A esta hora las posibilidades son pocas.
Pásame la carta, mejor me callo la que pienso.
Once; Me la trajo la carta, corta, solo cuatro posibilidades: Croquetas/huevos rotos con jamón y patatas/mujer de treintaydos de cocción lenta/pasta con salsa al gusto.
¿A que no adivinan mi elección?
Pd: Once en lugar de diez, si. Pero ya sabemos que en este blog las reglas lo tienen crudo.