Estaba pensando si al final el gato conseguiría que la fumadora le hiciera caso cuando robó mi atención la mujer colocada a mi lado en la barra.
"Me gustas porque tienes más amor que desprecio" le decía al tipo acodado a su lado.
Mientras pagaba para volver a mis quehaceres ella le preguntó "¿Y a los nueve años que querías?"
"Tener diez" contestó.
¿Conocéis esa foto de la reunión en la que están, Montand hablando, Signoret, el dramaturgo que la Mary tenía por marido, y ella escucha lo que dice el actor francés de esa forma en que todas las personas del mundo mundial quieren ser escuchados? Vale, pues así escuchaba ella.
"Me gustas porque tienes más amor que desprecio" le decía al tipo acodado a su lado.
Mientras pagaba para volver a mis quehaceres ella le preguntó "¿Y a los nueve años que querías?"
"Tener diez" contestó.
¿Conocéis esa foto de la reunión en la que están, Montand hablando, Signoret, el dramaturgo que la Mary tenía por marido, y ella escucha lo que dice el actor francés de esa forma en que todas las personas del mundo mundial quieren ser escuchados? Vale, pues así escuchaba ella.
"¿Ya eras así de pequeño?
"¿Como así?"
"Querías adelantarte al tiempo"
" Creo que he mejorado. La vida es sabia me ha hecho sedentario. Ya no corro detrás de nada...tampoco doy garantías de eternidad".
Pagué y salí en busca de mis quehaceres diarios (comprar pan, echar la lotto...).
No acababa de decidirme si saber que no era único me disgustaba o me gustaba saber que mi existencia slow era costumbre de más personas.