Estaban sentados en la mesa contigua a la de Wilbur, que les oía claramente.
Ella tenía cara aburrida y el no paraba de hablar de cualquier cosa.
Sonaba Lucinda Williams. El vino del día era un shiraz australiano. En el menú unos irrechazables huevos rotos.
Wilbur notó la pausa de sonido en la mesa de la pareja. Luego escuchó lo que le sacó una sonrisa.
"Tenme paciencia -decía él- eventualmente pueda que diga algo interesante".
Si sabe leer los gestos le dirá más que en 100 palabras...
ResponderEliminarpiel: Para quién sabe fijarse en los detalles, el lenguaje no verbal es esclarecedor.
Eliminar...sobre todo porque no se domina para ocultarse.
100 palabras suele estar bien, pero mejor lo que se hace que lo qye se dice "andevasaparar".
Pues ya lo ha dicho, jeje. Esa última frase merece una sonrisa y un ratito más de paciencia.
ResponderEliminarLas dos últimas fotos deberían estar en otro orden.
Ángeles: Si merece una sonrisa, merece un ratito mas de atención. Y teniendo un ratito de atención siempre se puede hacer fluir cualquier comienzo.
EliminarYo tengo una amiga que siempre me dice que la hago reír mucho, y me gusta como fluye la cosa.
Puede ser, o...ella no puede evitar la risa y luego se da cuenta de que eso significa que se está colando un atorrante en su vida.
Y adivina lo que se le viene encima.