El Hope repleto como descanso del paseo multitudinario en busca de libros.
En los oídos la repetición de la música de Philip Glass y su The Poets Acts para las horas.
Los veo aparcar el coche, descapotable. El conductor, con una sonrisa, elige una mesa interior, muy próxima a la mía esta relajado.
Ella viste morros.
* Con tanta parada no llegaremos nunca.
* Preciosa, vale mas llegar tarde en este mundo que temprano al otro.
* Un poco trágico te pones, ¿no?
* Me tomo la carretera con calma hasta que me confirmen que lo del domingo de resurrección es cierto.
Ella no pudo evitar sonreír. Lo intento, pero era difícil. Yo ni lo intenté.
Yo tampoco he podido evitarlo :)
ResponderEliminarMe encanta el talante de él y la forma en que consigue que ella se relaje un poquito :D
PD: ¿qué libros?
Ah, claro: Saint George's Day y los libros! Feliz día, pues :)
EliminarÁngeles: Mejor que discutir relativizar las cosas.
EliminarY ya lo dijo Hikmet, lo importante no es el destino, sino vivir a full el viaje.
Pd: Los que asaltan las calles hoy.
Ángeles: En ese intento estoy... el de pasarlo bien
Eliminar...como todos los días, ¡ claro !
Original ese "vestir morros" jajaja, muy visual y ese conseguir su sonrisa, fantástico. Hay personas que hacen la vida fácil, se trata de encontrarlas.
ResponderEliminarConxita: Tengo que reconocer que conozco bastante gente que viste morros perennes. Se los debieron poner de origen.
EliminarHay personas que en lugar de seguir el hilo de una discusión saben cambiar la dirección de la conversación hacia el remanso de las sonrisas.
Cuando se encuentran personas así hay que mimarlas.
Philip Glass y su The Poets Acts, referencias con caché. Tu protagonista tiene carisma. Si la impaciencia nunca es buena, conduciendo es fatal. Conozco gente supuestamente muy sensata que conducen como verdaderos kamikazes.
ResponderEliminarMere: El sr, Glass siempre tiene sitio en mi casa.
EliminarMi prota sabes traer la calma a donde parece despertarse una tormenta.