Con frecuencia las peceras, que se supone son relajantes y muy bonitas, me producen agobio, sólo veo pececitos encerrados.
Ahora he recordado que en una peli infantil, en Salvando a Nemo, aquellos pobres peces están fatal...y de hecho escaparse creo que desencadena la historia, que para algunos acaba bien y para otros menos bien. Buena metáfora. Un saludo
Conxita: Las peceras son seguras, pero totalmente limitadas.
Nadie es dueño de nadie, nadar juntos es una elección que puede empezarse pensando que la compañía será eterna... luego aparece la definición de "eternidad". En la pecera es obligatorio compartir espacio, en el mar es elegido. A mi siempre me ha gustado elegir lo que hago.
Un símil perfecto, Guille, muy acertado y muy cierto. Supongo que has leído El último encuentro, de Sandor Marai. Lo digo porque veo que has puesto, en el comentario a Conxita, "Nadie es dueño de nadie", y esa frase me ha traído el libro a la mente de inmediato.
PD: en los comentarios a mi ultima entrada alguien te ha hecho una preguntilla, je,je.
Ángeles: Como dice una amiga mía; o es así o no es.
Lo he leído, pero la frase me acompaña desde que me convertí en sensato y no se de donde la saqué. Puede -me gustaría- que de Marai.
Es que a mi no me gusta ser de nadie. Y trabajo en la empatía.
Ya sabes la canción/poema: Libre te quiero, pero no mía.
Pd: Ya he contestado a la enigmática Sara. Me parece que no debí colocar lo de "avísame" está vez. Por cierto, me pregunta a mi para que tu aprietes el paso.
Me gusta. Me gusta mucho.
ResponderEliminarbettie: Preferir el mar a la pecera es saber elegir.
Eliminardebería pero no lo es, porque somos egoistas y nos volvemos celosos...
ResponderEliminarbesos.
Juana: No te creas, algunos o navegamos en el mar o no sacamos la barca.
EliminarTodo es cuestión de decidirse.
Con frecuencia las peceras, que se supone son relajantes y muy bonitas, me producen agobio, sólo veo pececitos encerrados.
ResponderEliminarAhora he recordado que en una peli infantil, en Salvando a Nemo, aquellos pobres peces están fatal...y de hecho escaparse creo que desencadena la historia, que para algunos acaba bien y para otros menos bien.
Buena metáfora.
Un saludo
Conxita: Las peceras son seguras, pero totalmente limitadas.
EliminarNadie es dueño de nadie, nadar juntos es una elección que puede empezarse pensando que la compañía será eterna... luego aparece la definición de "eternidad".
En la pecera es obligatorio compartir espacio, en el mar es elegido.
A mi siempre me ha gustado elegir lo que hago.
Preciosa frase!!! Un besote.
ResponderEliminaralter: Preciosa y una verdad verdadera.
EliminarUn símil perfecto, Guille, muy acertado y muy cierto.
ResponderEliminarSupongo que has leído El último encuentro, de Sandor Marai. Lo digo porque veo que has puesto, en el comentario a Conxita, "Nadie es dueño de nadie", y esa frase me ha traído el libro a la mente de inmediato.
PD: en los comentarios a mi ultima entrada alguien te ha hecho una preguntilla, je,je.
Ángeles: Como dice una amiga mía; o es así o no es.
EliminarLo he leído, pero la frase me acompaña desde que me convertí en sensato y no se de donde la saqué. Puede -me gustaría- que de Marai.
Es que a mi no me gusta ser de nadie. Y trabajo en la empatía.
Ya sabes la canción/poema: Libre te quiero, pero no mía.
Pd: Ya he contestado a la enigmática Sara. Me parece que no debí colocar lo de "avísame" está vez.
Por cierto, me pregunta a mi para que tu aprietes el paso.
Todos tenemos la culpa de que el amor sea una pecera.
ResponderEliminarEuterpe: Yo no, desde siempre he pensado que las personas se unen en libertad... la misma que tienen para desunirse.
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