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lunes, 9 de noviembre de 2020

espacios vacíos


Cuando Olivia llegó al Hope yo no podía parar de reirme. 

Aguantó con calma mi risa incontrolada -su paciencia conmigo es legendaria.- lo que se agradece.

Se lo pude explicar -una media hora más tarde- ya apoyados en la barandilla de su ático.

La historia era sobre una ráfaga tomada de una conversación escuchada en la mesa más próxima a la que yo ocupaba  mientras la esperaba.

La prota la del jersey azul y su acompañante. El tipo le había dado la vara durante bastante rato con una cháchara intrascendente.

* Me fascina tu cabeza, me estimula la fantasía. Dijo ella.

* ¿Psicóloga?

* No. Arquitecta. Tengo pasión por los espacios vacíos.

Lo malo fue que (a) no puedo asegurar que el tipo no se haya dado cuenta de mis carcajadas y (b) Olivia sigue riendose por las esquinas y he tenido que hacer la cena yo.



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