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martes, 1 de diciembre de 2015

tiempo al tiempo




Estaban en la barra. Solo alcancé a oír una parte de la conversación.

* Lo que me asombra de ti es la calma con que encaras la vida.

* Lo aprendí de joven, o sea hace mucho. No hay que precipitar las cosas. Si algo tiene que pasar, pasará. En su momento adecuado, con la persona adecuada y por la mejor razón.

* ¿Y ya está?

* Si, así de simple es.

* Pues como ni parece el momento ni hay por aquí la persona, aunque las razones existen, tendré que esperar.

* Mejor eso que aceptar menos de lo que deseas.




10 comentarios:

  1. "Al final, lo que hay es lo que hay.

    Tiempo al tiempo"

    Así te ha salido...

    Nunca aceptar menos de lo que deseas... Difícil, pero no imposible.

    Un abrazo, Guille.

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    1. Ana: Te confesaré como se cocieron esos dos títulos -que tienen mucho que ver en como encaro la vida- y las entradas.

      Lo primero fue la frase desencadenante; la definición simple de felicidad por un lado y la reflexión sobre que las cosas pasan cuando tienen que pasar por el otro.
      Busqué imágenes, segundo, y a partir de eso complete la historia.
      Lo último fueron los títulos, que salieron solos.
      A veces el desencadenante es la imagen, a veces una situación.

      Lo de no aceptar menos de lo que se desea debería ser una constante en la manera de enfrentar nuestro tiempo en la tierra (como dice Brecht).

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  2. Nunca hay que quedarse con el "premio de consuelo". Besotes.

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    1. alter: Lo has expresado de forma inmejorable.

      Nunca hay que engañarse, nunca menos de lo que sabes que quieres.

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  3. Completamente de acuerdo, Guille. Ahora no tenemos paciencia para nada, antes teníamos sueños. Saber esperar, un arte milenario. Eso sí, no vale perderse en Sildavia ni tampoco quedarse de brazos cruzados. Un beso.

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    1. Mere: Paciencia es una palabra y una actitud en desuso.

      Y así se pierden muchas cosas... por quedarse lo inmediato y no saber esperar por lo realmente bueno.

      De acuerdo, ni Sildavia ni brazos cruzados.
      Hay que saber que se quiere y poner todo de nuestra parte para conseguirlo.

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  4. Me gusta mucho este texto, porque comparto la filosofía que refleja y porque el diálogo es muy agudo. Y además, literariamente tiene un interés añadido, y es que no se especifica qué líneas corresponden a un personaje y al otro, y no hace falta. El lector puede decidir cuál de los es el filósofo y cuál el verdadero estoico ;)

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    1. Ángeles: Tengo que esforzarme bastante para que -algunas veces, no siempre- no se refleje en mis personajes el sexo al que pertenecen. Para que se vea que eso no es lo relevante. Cualquier persona puede decir, sentir o hacer lo que mis protas hacen.

      Hay que saber evitar que la instantaneidad nos prive de lo que podemos conseguir. Algunas cosas tienen su "tempo" y acelerarlo es tan dañino como lentificar lo que no hace falta.

      Soy de decisiones rápidas, pero siempre he sabido esperar por lo extraordinario. Y les coloco a mis personajes algo de mi.
      ... los cabrones no me pasan lo bien que les sale todo.
      jejejeje Debe ser la diferencia entre realidad y escritura.

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  5. Pienso muy parecido a este personaje tuyo y aun voy más lejos jaja verás, yo creo que si algo tiene que sucedernos, sucederá y si aun deseándolo y haciendo todo para que suceda no sucede, es porque lo mejor que podía sucedernos es que no nos suceda. No se consuela quien no lo intenta ¿verdad?;)


    En fin, peeero qué relisto saliste jaja lo que de una manera tan natural comentan tus personajes, es lo que casi nadie es capaz de hacer…tener claro lo que se quiere ( casi nadie lo sabe ;) no conformarse con menos, invertir en su consecución el tiempo y esfuerzo necesario y lo más difícil, tener la elegancia y paciencia de esperar ... el momento... oportuno. Solemos ser o unos ansiosos y por eso la pifiamos o nos conformamos con cualquier cosa, olvidamos sieeempre que lo realmente valioso, cuesta mucho porque es exclusivo, no por caro y sieeempre se envuelve con muchísimo mimo y calma ;)

    Un besín GUILLE!

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    1. María: Lo que tiene que ser será. Pero -añado- es bueno que cuando sepamos lo que queremos pongamos de nuestra parte todo lo necesario.

      El azar -que no el destino que todo lo predetermina- nos da la posibilidad, pero son nuestras decisiones las que eligen una cosa u otra. Y las decisiones son las que nos individualizan.

      Estoy de acuerdo contigo en que existe gente -mucha- que no sabe lo que quiere y no sabe reconocer lo que es mejor cuando lo tiene delante. Son esos que quieren lo que tienen otros solo mimetismo, sin pararse a reflexionar que los gusto de cada cual no tienen que ser los mismos.

      Lo que verdaderamente vale la pena no suele tener precio pero si -mucho- valor.

      Lo de relisto me ha gustado. Insiste. jejejeje

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