lo más probable y lo que no cuela

Estaba leyendo con placer las aventuras de Guillermo el pirata, me tomaba mi café con leche y canela de media mañana en mi taza azul y dejaba que me invadiera los oídos Solea Morente y su "Nochecita sanjuanera" cuando se sentaron en la mesa más cercana. La que está justo debajo del cuadro de la morena de Niagara que lo tiene hecho y hecho.

El del pelo repeinado le decía a su amigo: "Hay una chica que me gusta, se lo he dicho y todo, pero solo me ha respondido que la he sorprendido. Cuando se trata de vernos, siempre parece ocupada y siempre el que le escribe soy yo. ¿Puede que no le interese?".

El otro muy serio solo le contestó:
"Es muy probable".

Mi carcajada se oyó en todo el Hope.
Como ambos me miraban solo pude decir "Este Guillermo es que es la ostia".

Creo que no coló.

¡por favor! ¿quieres hacer el favor?

La chica guapa de las trenzas y el vestido "amarilloaquiestoyyo" entró en el Hope con el chico de gafas y fueron a sentarse con Guillermo.

Que estaba justo debajo del cuadro de la mujer con "ligero" sobrepeso que yo estaba admirando.

Ella hablaba todo el rato con Guille, comiéndoselo con los ojos. 

Le daba ligeramente la espalda a quien con ella llegó.

Que, de vez en cuando, intentaba participar (sin demasiado éxito).

Sentí curiosidad por saber de qué hablaban, y lo primero que llegué a escuchar con nitidez es que ella decía; "¡Cielos! Al final mi madre tenía razón en todo".

No pude evitar una ligera sonrisa.

Moví un poco la silla mirando el cuadro pero focalizando totalmente en la conversación.

En ese momento el de las gafas volvió a intentar participar. 

Ella se giro, le miró y le dijo: "Por favor, quieres hacer el favor de no interrumpirme mientras te ignoro."

¡¡¡ Ahora cómo explico yo la carcajada por estar mirando un cuadro de una mujer gorda !!!

sobre todo algunos tan especiales

Ver a alguien leyendo un libro que te gusta

es ver a un libro recomendándote una persona.

la aventura cotidiana

Después de comprar el periódico (Si, a veces lo leo en papel), me fui al local de siempre, el del suelo de madera, mesas amplias y luz suficiente. Al entrar la vi, estaba sola, con una taza de café que rodeaba con las manos, ella levantó la vista y fijó sus ojos en mi.

Algo más; no solo me miró, me vió. Esbocé una ligera sonrisa, le hice un gesto ligero con la cabeza, me senté en la mesa de la ventana, frente al luminoso cuadro de Xin Pan, pedí mi droga diaria y me puse a leer.

Pero una idea se había quedado, traviesa, bailando por mi cabeza. Idea que evitaba la concentración en las letras negras del diario, idea que saltaba para recoger toda mi atención. Repetía "Te ha invitado, te ha invitado, te ha invitado...."

No me atrevía a acercarme, ¡¡con que derecho!! Seguro que la molestaba, seguro que iba a pensar de mi que era un baboso, o peor un acosador. El miedo me paralizaba, pero mi deseo era intentar.

¿Había mirado en mi dirección? Me pareció ver un ligero movimiento en sus labios, como el inicio de una sonrisa que no llegó a concretarse.

Sonaba suavemente la música en los altavoces del establecimiento, Lucinda Williams decía "...Tome lo mejor de lo que me diste, hice lo máximo que me dejaste". 
Ella movía los labios repitiendo las palabras sin sonido.

Me levanté, me acerqué despacio, sin apartar mi mirada de sus ojos, ahora fijos en los míos, coloque mis dos manos en su mesa y bajito (con la boca seca) dije "Me gustaría sentarme un rato contigo.¿Molesto?"

no importa lo que hay, lo que importa es que hacemos con lo que hay

En una de las mesas del Hope -la más alejada del rincón ocupado por los bulliciosos universitarios- el tipo despeinado hablaba con la morena del pelo rizado que le escuchaba entre divertida y atenta. Reconozco que me di cuenta del pelo rizado y tal en la segunda mirada.

* ¡Que lo sepas! te aseguro que en un año -como mucho- seré tu segundo marido.
* ¿Y qué pasa con mi primer marido?
* Nada que puedas probar.

En otra mesa, en otra esquina, la rubia con ojos azules le decía a su amiga; "Estoy anclada en la memoria de lo que fui".

Fue en ese momento cuando -quizá harto de los vericuetos de la discusión y sin aviso previo- uno de los jóvenes bárbaros apartó su silla, se puso de pie, consiguió el silencio y la atención de sus compañeros y dijo en un tono lo suficientemente alto para que le escucharan todos los que estaban en el café.

"Vale, puede que la vida no sea la fiesta que nos habíamos imaginado, paro ya que estamos aquí: bailemos".

Steve, detrás en la pared, parecía estar de acuerdo.

empezando un día cualquiera

En las paredes del Hope, caras. En oferta un shiraz neozelandés, en los altavoces "Rock and Bird" de los Cowboys Junkies. El local bastante lleno.

En mi camino desde la puerta a la barra para cepillarme una o tres copas de la oferta de vino oi al vuelo dos frases sueltas:

"En la universidad de Arkansas han realizado un estudio que demuestra que para abrir una botella de vino una persona usa 14 músculos" decía una jovencita con gafas y pinta de estudiosa. "¡¡Ves el porque soy una loca del fitness!!" le contestaba la rubia pelo corto, ojos vidriosos y copa en la mano que bien podría ser su madre.

En otra mesa una mujer que aparentaba unos cuarenta y ocho años y tres meses y doce días le decía a un adolescente que se le parecía mucho "No. Analogía no es el estudio del agujero del culo".

Llegue a la barra. Un cliente le confesaba a Jota: "He dejado de fumar, beber y decir palabrotas. Pero dejar de mentir aún me cuesta".

Hice mi pedido mientras pensaba que el día empezaba bien

meta errónea

"La nostalgia consiste en poner la meta en un sitio por el que ya has pasado".

 

no se, pero imagino

Lo que más me fastidió fue no saber qué pasó al final.

El bar estaba repleto, la pareja debajo de la mujer que paseaba bajo la lluvia, ella llevaba el pelo muy corto, el tenía el famoso síndrome masculino de falta de más pelo de lo que se desearía.

Cuando les oí hablaba ella.

* Podíamos ir al cine a ver una de risas o al museo de la esquina donde exponen obra de ese pintor chino que tanto te gusta. ¿Qué te parece?
* Yo había pensado volver al hotel y comerte despacito una o dos veces.

Y perdí sus voces en el marasmo de conversaciones del local.
¿Qué habrán elegido? 

hay razones para (casi) ttodo

Mi marido estaba muriendose en el hospital. La habitación estaba decorada con dos imágenes ciertamente contradictorias, una pidiendo silencio más divertida que las que se colocan normalmente, la otra más o menos venía a indicar que el círculo se había cerrado. 

Yo no me aparté del lado de su cama en todos los días que duró su internamiento. Ya estábamos cerca del final.

Iba a salir a tomar un café cuando con la voz extremadamente cansada él dijo "hay algo que debo confesarte..." "Shiiisssstttt" le susurré yo "no hay nada que confesar, todo va a ser correcto".
"No, quiero morir en paz. Lo siento. Tuve sexo con tu hermana, con tu mejor amiga, tu prima y tu madre".

Mire el cuadro de la que se tocaba el culo y me decía que me callara...pero no pude contenerme.

"Todo está bien, ya lo sabía, es por eso que te he envenenado".

que raro es elegir ser normal en estos tiempos

autora

mildred

frase

lo sentimos, el estilo de vida que ha encargado esta actualmente fuera de stock.

la reaccion

lo peor es que creo que no lo repondran.

no en tiempos proximos.

el darle tiempo al tiempo

el razonar lejos de frases hechas

el valorar el talento y no la fama o el dinero

el priorizar el gozo

el alejarse de la envidia

el no alimentarse de rumores

el no ser audiencia de la infamia

el intentar entender la diferencia

estan en el saco de temporadas ya pasadas

ni siquiera es facil encontrar restos en los outlets

no me queda mas que ser raro para el resto de los tiempos.

solo me hago una pregunta fundamental ¿los raros follan?

 

mejor no posponer el placer

No quiero esperar toda la semana a que llegue el viernes.

No quiero esperar todo el año a las vacaciones.

No pienso esperar toda la vida para poder ser feliz.

como aprovechar un domingo sin agenda

Erase un domingo sin actividad y sin agenda. Me puse en modo orejas abiertas y me fui al Hope a ver si encontraba algo que le diera un poco de interés al día.

Entrando me crucé con una rubia de pelo corto y despeinado que iba hablando por teléfono: "Es verdad, he perdido tu numero (pausa) debió ser cuando lo borre".

Buen comienzo, pensé. Me dirigí a la barra, pase junto a una mesa en la que un tipo con mas barriga que cuerpo y menos pelo que calva le decía a su acompañante: "¿Lo peor del tiempo en que no podíamos salir de casa? Como no podía ir al bar, bebía en casa (pausa) ¡¡estuve a punto de pedirle el teléfono a mi mujer!!".

En la barra me regale una copa de champagne.

Dos mujeres sobre la mitad de los cuarenta hablaban: "Se te ve más feliz últimamente". "Estuve mucho tiempo existiendo. Ahora me atrevo a vivir" Sonrió, dio un sorbo a su bebida y continuó "Soy yo. Nada más. Pero nada menos. Es suficiente".

En las paredes una rubia con gorro y un van gogh con gafas de sol. En los altavoces el "That's Where I belong" de Paul Simon , en mi copa un Dom Perignon, mis orejas satisfechas. Un domingo finalmente aprovechado.

recuerdo satisfactoria, oreja satisfecha

Wilbur con su libro en la mano se acercaba a los sillones vacíos de la sala que más le atraía de la biblioteca. En su cabeza el sexo de la noche anterior, antes de cenar. Tan satisfactorio, tan "aquitepilloaquitecojo" que ni siquiera acabó en la cama. El sofá hizo de cobijo. Con honores. 
Le encantó la charlita de "después de..." en la terraza, frente al horizonte, en bata.

Al pasar junto a una mesa -en la que parecía que una pareja estudiaba- la chica, de pelo corto, le decía a su acompañante masculino, de pelo largo, "Puede que mi opinión sea diferente a la tuya... pero eso no la convierte en equivocada".

Se acomodó y no sabía decirse a si mismo si la sonrisa que bailaba en su cara estaba producida por su recuerdo o por su oreja.

esas equivocaciones voluntarias

Me hizo gracia -cuando me di cuenta mucho después- que la que hablaba estaba justo debajo de una foto que tenía mucho que ver con lo que contaba.

Hablaba la rubia de las coletas y la morena del pelo rizado tenía cara de cierta sorna traviesa al contestarle.

* Ayer no te hacía ni caso y hoy le tienes rendido a tus pies ¿como lo haces?

* Como pasaba de mi decidí mandarle por whatsapp mi mejor foto en tetas y -casi- inmediatamente un mensaje diciendo "0pppssss, era para otra persona".

Bueno, reconozco que -además del recuerdo de la foto- ya en el momento lo que dijo me hizo sonreír y que la cara de "trencitas" también me hizo gracia.

evolución

Cuando Mildred llegó sus dos amigas estaban en la mesa del rincón, enmarcadas por dos imágenes que mostraban dos tipos diferentes de mujer. Y ya en plena conversación.

* Si que me pidió una cita, pero yo todavía ando colgada del capullo de mi ex novio y le dije que no estaba preparada para empezar algo nuevo.

* Que sepas que nunca encontraras a la persona correcta sino eres capaz de abandonar a la equivocada.

Entonces intervino Mildred al tiempo que dejaba su abrigo en la silla.

* No seas como las de los libros que buscaban al príncipe encantado, mejor se como la del pelo azul que elige al lobo.

* ¿¿??

* Si mujer. te ve mejor, te oye mejor y -sobre todo- te come mejor.

 

hay que tenerlo claro

Volver atrás es lo contrario a empezar de cero.

va de culos

* Buen culo.

* ¿Me estás mirando el culo?

* ¿A ti? ¡¡ Noooooo !! Estaba mirando el cuadro.

(Pausa)

* ¿Coló?

(Risas)

yo suelo preguntarlo todo

* Mi hija me tiene agotada, no para de preguntar.

Mildred la miró.

* Es bueno enseñar a los hijos a ser preguntones.

* ¿Por?

* Para que pidiendo el por qué de lo que se las manda hacer se acostumbren a obedecer a la razón.

(pausa)

* No a la autoridad como los limitados.

(pausa)

* Ni a la costumbre como los estúpidos.

hay cosas que se hunden por su propio peso

Te recuerdo, Gloria, con el helado que provocó nuestro encuentro. 

¿Recuerdas? Me pusiste perdido. 

Te recuerdo, Andrea, semi vestida, de espaldas a mi, durmiendo relajada. 

¿Recuerdas? Nuestra primera encamada.

Te recuerdo. Ana, saliendo de la ducha, con la toalla de nubes, dejando casi ver tu cuerpo.

¿Recuerdas? En la playa. 

Te recuerdo, Rebeca, mirándome envuelta en la sabana, con la interrogación en la mirada. ¿Recuerdas? el dia que te cabreastes definitivamente.

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Lo que nunca logré recordar es tu nombre, ¿Marisa?, y supongo que eso fue lo que provocó la ostia que me diste, el portazo al salir y que no me cojas el teléfono.

(Oye al final ¿eras rubia o morena?).

¿puede un desorden ser un placer?

 

Padezco un terrible desorden de falta de sueño.

Se llama lectura.

norma de obligado cumplimiento

la autora 

alice munro

la frase

toda mi vida he seguido esta norma:

 sacarles el mayor partido posible a las cosas.

la reaccion 

no me sirven las quejas.

me cansan los negativos que solo ven lo que resta.

huyo de quienes se rinden y quieren que tu lo hagas tambien.

Vivo disfrutando.

Ya sabeis; solo dispongo de una oportunidad 

y ya he aprendido que seguro que nadie lo hara por mi.

¿sin propina?

 

Llegó la camarera 

* ¿Que quieres?

* Un platito de pasión y una copa de entrega.

* De eso no hay, lo pedí para mi y me dijeron que no quedaba en stock.

* Pues un muffin triple chocolate y … acompáñalo con un café para disimular.

Me miró de arriba abajo 

* ¿Eres de esas personas que se arrepienten luego?

* ¿Eres de esas camareras que se meten en todo?

* No, solo donde me dejan. Y se fue a por mi tentación irrenunciable del día.

Volvió. El muffin iba a ser mi perdición, pero estaba genial.

Disfruté cada miguita.

Al acabar, la llame.

* ¿Cuanto es?

* Doce horas de porquelohabrehecho, trescientas repeticiones de eslaultimavez y dos euros setentaycinco.

* ¿Te dan muchas propinas?

* ¿Estas intentando  ligarme?

* ¿Sabes que me desorientas?

* Suelen decírmelo. ¿Me vienes a buscar a las once, es cuando acabo?

* Vale, ¿cómo te llamas?

* Luci ¿y tu?

* Ane.

una de risas

El Hope muy lleno. En las paredes mujeres que desean mar. Una se tira a volteretas, la otra se columpia.

Entre la puerta y la barra escucho al vuelo dos conversaciones.

Un tipo de más menos medio metro y casi seguro 120 kilos le dice a su amigo: "Ayer casi hago un trio". "Qué faltó". "Dos personas".

En la siguiente mesa el tipo que mantenía el solo varias empresas de gomina le comentaba a su clon: "Lo ha vuelto a hacer, otra vez arreglando el jardín con sus dos grandes tetazas al aire...si por lo menos lo hiciera su mujer".

Cuando llegué a la barra, y antes de pedir, Jota me preguntó: "¿Y esa sonrisa?".